OVIEDO, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Este jueves se cumplen ya dos semanas desde que el edil de IU en el Ayuntamiento de Llanes, Javier Ardines, apareciese asesinado en un camino rural que lleva hasta su casa y a unos metros de su vehículo, en la pequeña localidad de Belmonte de Pria. Mientras la Guardia Civil sigue adelante con su investigación para tratar de dar con el o los culpables, una investigación de la que apenas trascienden detalles y sobre la que pesa un hermetismo total.
El crimen del edil llanisco ha conmocionado al concejo de Llanes y a buena parte de la región. La autopsia realizada al cuerpo de Ardines confirmó que su muerte fue violenta y provocada por varios golpes en la cabeza.
Desde la Guardia Civil se mantienen abiertas todas las vías de investigación, aunque guardan absoluto secretismo sobre el devenir de las mismas. Además la jueza que instruye el caso ha decretado el Secreto de Sumario. Lo que si ha trascendido es que los agentes asturianos cuentan desde pocos días después del crimen con el refuerzo de efectivos de la Unidad Central Operativa.
Javier Ardines, de 52 años, era pescador en activo ya que había renunciado a su sueldo como concejal de Costas, Personal y Medio Rural.
Desde su muerte las muestras de apoyo a los allegados y de condena al asesinato se fueron sucediendo a lo largo de los días. Así, sus compañeros de IU destacaron en numerosos actos y concentraciones el compromiso del concejal "contra la corrupción y el caciquismo" en Llanes y su trabajo constante por hacer de esta villa "un lugar mejor para vivir".
