OVIEDO, 19 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha detenido a un joven al que se le imputan varios robos con fuerza en Oviedo y en Langreo. El detenido es ya conocido por los agentes y desde la última detención, hace pocos días, tenía pendiente una requisitoria de un juzgado de Langreo por hurto de vehículo de motor y por un robo con fuerza. Además es amigo de la chica conocida por los agentes por llamar con su teléfono móvil a los establecimientos de comida rápida y que después no paga.
Según la Policía, hace algunos días se produjeron dos robos con fuerza en bares de los alrededores de la Plaza del Carbayón, por el mismo procedimiento forzar la persiana por la noche, coger una alcantarilla de la calle y tirarla contra la puerta para poder entrar.
En el primero forzaron la máquina tragaperras, se apoderaron del dinero de la caja, del dinero de bote de las propinas y causaron destrozos. En la segunda ocasión, fue similar, también forzaron la máquina tragaperras, la caja registradora, el bote de las propinas y en esta ocasión se llevaron una TV de 32 pulgadas.
La inspección de los lugares reveló que en ambas ocasiones habían dejado huellas que permitieron la identificación del autor, un delincuente habitual que es muy conocido por la policía, de 19 años, que ha sido detenido en numerosas ocasiones por diversos delitos.
La Policía dio la orden de detención. Al ser tan conocido, el responsable del servicio, en la reunión previa, tan sólo les dijo el nombre de pila y el motivo por el que había que detenerle y a las pocas horas se ha llevó a cabo la orden.
En esta ocasión no se encontraba en las zonas habituales por donde se mueve, se le localizó en la habitación de un hotel donde había acudido con una amiga, también conocida por ser su compañera en algunas de sus fechorías y también porque últimamente es la que llama con su teléfono móvil a los establecimientos de comida rápida y que después no paga.
Los dos habían pagado la habitación con el importe obtenido en el último de sus robos. Al llamar a su habitación para informarle que iba a ser detenido no opuso resistencia, tan solo se quejó de que podían haber esperado hasta la mañana para poder disfrutar de la habitación que ya estaba pagada. Fue ingresado en los calabozos y posteriormente puesto a disposición del juzgado de guardia de Oviedo.
