Familiares de enfermos mentales reivindican, tras la condena a un esquizofrénico, el seguimiento de los tratamientos

Actualizado: martes, 8 abril 2008 21:46

GIJÓN, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

Familiares de enfermos mentales reivindicaron hoy, tras conocerse la sentencia judicial que condena al hombre esquizofrénico que degolló a un niño en Gijón, un seguimiento médico de los tratamientos. En este sentido se manifestó Raquel Ordóñez, miembro de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales de Asturias (Afesa) quien recordó a Europa Press que desde la organización llevan mucho tiempo "luchando" para que se pueda obligar a los enfermos mentales a que tomen su medicación ya que los familiares no pueden.

"Ellos dicen que son libres", indicó sobre estos enfermos. No obstante, con la misma rotundidad se mostró en contra del internamiento en un psiquiátrico pero sí pidió que se haga un seguimiento del cumplimiento del tratamiento y la asistencia a las consultas.

La reclamación de los familiares vuelve a salir a la luz tras la sentencia de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón que condena a un enfermo mental por degollar a un niño en un parque en Gijón en 2006, en la que la magistrada remarca que los hechos han "dejado en evidencia" un "deficiente" funcionamiento en el sistema del tratamiento de enfermos con alteraciones psíquicas importantes, especialmente en quienes no reconocen su enfermedad y se niegan a tomar la medicación e inste a mejorar el sistema.

En relación a la citada sentencia aseguró que los familiares de los enfermos "están totalmente solos". En su opinión, si hubiera una obligatoriedad en los tratamientos tal vez se podía haber evitado casos como el del niño Borja Solar u otros.

En este sentido, Ordoñez señaló que el seguimiento podría hacerse a través del psiquiatra, para que se trate de averiguar qué pasa con el paciente que deja de acudir a la consulta. Ordoñez añadió, en cambio, que los familiares reconocen que los psiquiatras estén "agobiados de trabajo".

Asimismo, recordó que estamos hablando de personas que no se dan cuenta de que están mal y que los enfermos que son de verdad agresivos representan un porcentaje "muy pequeño".

Además, señaló que a la asociación llegan muchos padres con la idea de que les informen de algún lugar donde internen a sus hijos porque no pueden con ellos.

Frente a esta idea, la asociación lo que recomienda estar internado un tiempo en agudos para luego pasar a la comunidad terapéutica hasta que se estabilicen. Después pasarán al hospital de día para que compartan una parte de su vida diaria con sus familiares. "Lo que no puede ser es que estén 10 días en el hospital y mandarlos para casa", aseguró.

Para ella, es "muy gordo" que un chico aparentemente normal te digan que ya no va a ser el hijo que tu hubieras soñado que fuera. En su caso, a su marido le diagnosticaron la enfermedad con 48 años.

Respecto a la integración social de estos enfermos, indicó que es difícil que trabajen ocho horas, ya que es "mucho tiempo". Además, lamentó que "la gente les tiene miedo", cuando, a su juicio, "no tiene por qué ser así", apostilló.