Fapas asegura que en el Principado se consumen 100.000 kilos de carne de caza "ilegal" y sin control veterinario

Actualizado: viernes, 29 agosto 2008 12:35

OVIEDO, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) aseguró hoy que en el Principado de Asturias se consumen entre 80.000 y 100.000 kilos de carne procedente de la caza regional "ilegal" que se "escapa" a los controles sanitarios.

Fapas, mediante una nota de prensa, explicó que durante más de un año, ha estado trabajando en determinar el alcance de esta comercialización "ilegal" de carne, llegando a detectar 160 establecimientos asturianos, la mayoría de ellos restaurantes, que sirven entre sus platos especialidades cocinadas con carne de caza cuyo origen es la propia región asturiana.

En principio, según Fapas, el hecho de que se pueda consumir carne de caza en establecimientos hosteleros, concuerda con el hecho de que Asturias es una región donde la actividad cinegética es importante. El cupo de animales cazados legalmente, como es el caso del jabalí, es alto, entorno a las cinco mil unidades anuales.

Durante un periodo de un año, el Fapas ha estado investigando sobre la comercialización y el consumo de carne de fauna salvaje procedente de la propia región asturiana, comprobando que hay dos líneas de abastecimiento.

Una de ellas, la carne que proviene de cacerías legales y que es vendida directamente por los cazadores a los establecimientos públicos sin que por el medio exista ningún manejo de despiece en una sala autorizada y que por tanto es presumiblemente una carne ausente de control veterinario. "Esta práctica es habitual en concejos de montaña como Somiedo, Belmonte, Teverga, Proaza, Quirós y Cangas del Narcea", apuntó el Fapas.

El organismo sostiene que es una practica "generalizada" que según estimaciones de cazadores podría afectar a casi un 50 por ciento de la caza del jabalí en la región, lo que supondría estar hablando de cantidades que podrían llegar a más de 100 toneladas de carne de esta especie salvaje que carece de control sanitario y entra en el circuito de la comercialización en Asturias para consumo humano.

De otro lado, se constata la existencia de un comercio de carne de fauna salvaje que procede de cacerías ilegales, principalmente la que se practica mediante la colocación de trampas y que abastece a determinados establecimientos públicos cuando ha finalizado el periodo legal de la caza. "Por sus características de ilegalidad, parece absolutamente imposible que exista ningún tipo de control veterinario, por lo que el consumo de esta carne supone el más alto riesgo para la salud humana", señalaron del Fapas.