OVIEDO, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno asturiano, el socialista Javier Fernández, cree que el principal desafío que tiene Asturias actualmente es mantener su fortaleza industrial. Ha apostado así por consolidar un crecimiento "que no será equilibrado y sostenido si no somos capaces de preservar y fortalecer nuestro corazón industrial".
Fernández se ha pronunciado en estos términos en el tradicional mensaje que realiza con motivo de fin de año, el último que va a realizar como presidente del Gobierno regional ya que ya decidió hace tiempo que no optaría a la reelección.
En su discurso, el socialista ha querido empezar mostrando su "preocupación" por la situación de Alcoa, compañía que ha manifestado su intención de cerrar las factorías de Avilés (Asturias) y A Coruña (Galicia). Fernández ha trasladado su "solidaridad" a los trabajadores de la empresas.
El dirigente asturiano ha dicho que un modelo económico siempre será "frágil" si no tiene "anclaje industrial". No rechaza que la industria pase a ser más moderna y más limpia. "Ni nos encadennamos al pasado ni nos resistimos a unos cambios que han de producirse necesariamente", ha señalado.
"Solo pedimos dos cosas: que no se permita que las actividades productivas se deslocalicen hacia los países en los que contaminar resulta más barato y que la necesaria transformación se articule gestionando adecuadamente el medio largo plazo", ha reclamado el socialista asturiano, que ha comentado que la idea de basar la recuperación únicamente el turismo, la construcción, los servicios precarios y la demanda interna haría "muy vulnerable" a Asturias.
De ahí, que el dirigente haya incidido en la importancia de la industria. En cuanto a la transición energética, ha explicado que no es necesario ir más allá de lo que demanda Europa ni anticiparse con medidas cuyo coste para el tejido productivo asturiano "puede ser inasumible".
DEMOGRAFÍA
En su mensaje, Fernández se ha referido también a la evolución demográfica negativa de Asturias, donde, según el Instituto Nacional de Estadística, se perderán 87.000 habitantes en doce años.
"Hacer del aumento de la natalidad una de las prioridades locales, nacionales y europeas necesita concienciar a la población en general y a las élites políticas, mediáticas, económicas e intelectuales de la gravedad del problema y de la necesidad de dejarlo fuera de la lucha partidista", ha propuesto.
