GIJÓN, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
La concejala de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón Pilar Pintos presentó hoy en rueda de prensa el nuevo diseño que lucirán los puestos de helados en la ciudad el próximo verano. Se trata de una iniciativa que pretende dar una uniformidad a estos quioscos que a partir de ahora serán rojos y de acero, una "propuesta limpia, moderna y atractiva", según la edil.
Además del aspecto físico los nuevos quioscos traen consigo una modificación en su régimen de concesión. Hasta ahora no se había llegado a un acuerdo sobre la duración de esta concesión y aunque antes se realizaba por un período de tres años, en los últimos ejercicios se concedían de forma anual. Pintos anunció que a partir de ahora será de seis años "para que los vendedores puedan amortizar su inversión".
Esta inversión será de 16.000 euros, para adquirir el quiosco, además de un desembolso de entre 2.000 y 18.000 euros en función de la zona donde se desee instalar.
En este sentido, la concejala explicó que el puesto que se sitúe en las cercanías de la escalera quince de la Playa de San Lorenzo será la más caro, un total de 18.300 euros, mientras que el de Palacio Valdés, será el más barato, con 2.460 euros.
Las 22 localizaciones seguirán siendo las mismas que en años anteriores, es decir, en la confluencia de Plaza de Europa con Avenida de la Costa y Avenida de la Constitución, el Muro de San Lorenzo (donde se instalarán un total de trece puestos), Mercado del Sur, Palacio Valdés, Parque Inglés (en su margen derecha del Río Piles), Avenida de Castilla, Plaza de Europa (junto al Museo Nicanor Piñole), Plazuela San Miguel, Parque Infantil de Tráfico y Parque de los Pericones.
Pintos recalcó que en anteriores convocatorias cinco de estas ubicaciones quedaron desiertas.
Respecto al cierre de estos establecimientos temporales la responsable de Participación Ciudadana aseguró que como en anteriores convocatorias no existe una fecha de arranque pero sí de cierre, el 31 de diciembre, tras la que los vendedores tendrán diez días para desmontar los puestos.
