GIJÓN, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un vecino de Gijón, Vicente Lastra, lleva más de un año sin poder ver a sus hijos porque, pese a que un juez le otorgó en exclusiva la guarda y custodia tras un periplo judicial iniciado tras el divorcio, su ex mujer se llevó a los niños y no conoce el paradero de ninguno de ellos. El caso está en manos del juzgado de lo Penal y también del Cuerpo Nacional de Policía, aunque ante la "lentitud" en las actuaciones se plantea buscar otras vías para dar con sus hijos.
De hecho, ha realizado otro tipo de iniciativas para buscar a sus dos hijos, que hasta la fecha han sido "infructuosas". El hombre, representado por la abogada Gemma González Calvo, cree que sus hijos deben de estar escolarizados en algún sitio, por lo que no comprende cómo no se puede hacer una comprobación en los colegios, sobre todo en Ribadeo, donde su ex mujer tiene familia.
También señala que la letrada de su ex mujer debe conocer su paradero, hasta el punto que solicitó, sin éxito, que el Colegio de Abogados la liberara del secreto profesional para que se le pudiera interrogar sobre el lugar donde se esconde su ex mujer e hijos, que en el momento del divorcio tenían 11 y 6 años. De hecho, a través de esa abogada presentó un recurso en septiembre de este año contra las medidas dictadas por el juez de Primera Instancia, al que acusaba de "prevaricador".
Los hechos se remontan a julio de 2007, con el proceso de divorcio. Su ex mujer planteó un recurso ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Asturias contra las medidas impuestas, aunque el fallo judicial confirmó el régimen de comunicaciones y estancias con sus hijos "en casi su totalidad". Un régimen de visitas que "nunca" fue respetado, según el denunciante.
El asunto se complicó cuando en diciembre de 2008 la ex mujer presentó una denuncia contra él por abusos sexuales a su hija, pero que fue archivada el 15 de julio de 2009. El archivo de la denuncia fue ratificado por la Audiencia en noviembre de ese año. No obstante, hasta que se resolvió este proceso, el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Gijón acordó como medida cautelar que el padre no tuviera contacto con los hijos.
Asimismo, desde agosto de 2009, la ex mujer empezó a incumplir de nuevo el régimen de comunicación y estancias, por lo que Lastra tuvo que acudir a los juzgados para que le entregaran a los menores. Tras no comparecer la denunciada a los juzgados, se acordó que ambos menores pasaran a vivir con su padre, quedando suspendido todo tipo de comunicación o estancia con su madre, hasta que ésta pidiera su reanudación y asistiera a la celebración de una vista.
Fue el 25 de septiembre de 2009 cuando el padre, tras no saber nada de los menores desde el 1 de agosto de ese año, puso la denuncia en la Comisaría por la "desaparición" de sus hijos. El caso ha pasado al Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, por los delitos de sustracción de menores y desobediencia a la autoridad judicial.
