El HUCA extiende el uso de una técnica para prevenir el riesgo de lesión durante la cirugía y reducir secuelas

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, en el HUCA
GOBIERNO DE ASTURIAS
Actualizado: sábado, 26 mayo 2018 11:46

OVIEDO, 26 May. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha comenzado a extender la monitorización neurofisiológica intraoperatoria, una técnica que persigue minimizar los riesgos de la lesión neurológica en determinadas intervenciones quirúrgicas, hasta aplicarla en más de 200 cirugías el año pasado.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, se ha reunido este sábado en el hospital con los especialistas que participan en el III Curso Avanzado de Monitorización Neurofisiológica Intraoperatoria en Cirugía Infantil, según ha informado el Principado en nota de prensa.

La monitorización neurofisiológica intraoperatoria consiste en la utilización de un conjunto de técnicas para evaluar la función nerviosa en determinadas operaciones, con el fin de evitar lesiones neurológicas. Se usa para mejorar la seguridad y el resultado de las intervenciones, ya que los neurofisiólogos ayudan al cirujano a detectar posibles daños en las estructuras nerviosas antes de que éstos sean irreversibles.

Para realizarla, se utilizan hasta medio centenar de electrodos de estímulo y registro que se colocan al paciente, ya anestesiado, con la colaboración del personal de enfermería. La lectura de esos registros permite al neurofisiólogo, presente en el quirófano durante toda la intervención, realizar estudios para detectar, según los casos, la proximidad o la integridad funcional de diferentes estructuras nerviosas.

El servicio de neurofisiología del HUCA, coordinado por Consuelo Valle, tiene una larga trayectoria en el uso de estas técnicas, que reducen las secuelas posquirúrgicas con un coste económico bajo. Hace casi tres décadas fue pionero en España en monitorizar la cirugía de la escoliosis. Luego comenzó a hacerlo, de forma vanguardista en Europa, con las intervenciones a pacientes con síndrome de Arnold-Chiari y unos años más tarde, también con operaciones neuroquirúrgicas, entre las que se incluye la cirugía de los trastornos del movimiento.