El HUCA implanta un nuevo stent cerebral para aneurismas complejos

Dibujo Aneurisma con stent implantado
GOBIERNO DE ASTURIAS
Actualizado: sábado, 6 diciembre 2014 18:24

OVIEDO, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se ha convertido en el primer centro español y uno de los primeros del mundo en implantar un stent cerebral de última generación, especialmente diseñado para el tratamiento de los aneurismas cerebrales complejos.

El Servicio de Neurorradiología Intervencionista del hospital intervino el pasado mes de mayo a dos pacientes que evolucionaron favorablemente y a los que se les han realizado recientemente las pruebas de diagnóstico de control, que han confirmado el éxito de las operaciones.

Los resultados de las intervenciones fueron publicados en octubre en la revista médica Journal of Neurointerventional Surgery, en forma de artículo original en el que se describen las experiencias protagonizadas por tres hospitales universitarios de Ginebra, Toronto y Asturias, con un total de diez pacientes tratados.

El stent se llama Pipeline flex y se trata de una nueva versión del dispositivo original, cuya principal ventaja principal es que se puede reenvainar, lo que permite implantarlo de forma más precisa y segura e, incluso, reposicionarlo, si la posición final no es la deseada.

Los aneurismas cerebrales son dilataciones de las arterias que, si se rompen, producen una hemorragia cerebral que suele afectar a pacientes de mediana edad y que presentan una elevada tasa de morbimortalidad. Para evitar esa complicación, se pueden ocluir de dos formas: quirúrgica, a través de una craneotomía; o endovascular, mediante un cateterismo. En este último caso, los aneurismas, habitualmente, se rellenan con unos filamentos de platino llamados coils.

La elección de una técnica u otra depende de diversos factores anatómicos y clínicos. En determinadas ocasiones hay aneurismas que, por su morfología, tamaño y localización, son especialmente complejos, por lo que los tratamientos convencionales no son posibles o no obtienen resultados satisfactorios cuando se emplean.

Es en estos casos cuando se pueden utilizar los llamados stents derivadores de flujo, que han supuesto uno de los mayores avances en el ámbito de la Neurorradiología Intervencionista, porque con ellos se abordan aneurismas muy difíciles o imposibles de resolver hasta hace pocos años. Dado que tienen una malla muy densa, una vez implantados en la arteria portadora del aneurisma reducen tanto la entrada de sangre en el mismo que consiguen cerrarlo progresivamente hasta en el 80% de los casos.

Tienen como ventaja, respecto a los tratamientos convencionales, que no sólo ocluyen el aneurisma, sino que remodelan y reconstruyen la arteria donde se ha desarrollado la enfermedad, obteniendo unos resultados mucho más definitivos.