La iglesia se queda pequeña para despedir a Amable Bedriñana

Funeral  por Amable Bedriñana
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 21 diciembre 2018 20:10

OVIEDO, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

La capacidad de la iglesia de Villaviciosa, la de Santa María de Sebrayo, no ha sido suficiente para acoger a todas las personas que han acudido este viernes al funeral del conocido empresario y hostelero Amable Bedriñana.

Fue este jueves cuando falleció de forma repentina, a los 53 años de edad. La noticia de su muerte sorprendió y conmocionó a vecinos, allegados, familiares, clientes y muchas personas que le conocieron a lo largo de su dilatada experiencia en el mundo de la hostelería.

El silencio y el respeto fueron notas predominantes en el desarrollo del funeral que se celebró a lo largo de la tarde, al que acudieron un nutrido número de personas, todas visiblemente afectadas por la pérdida.

Amable Bedriñana regentaba hasta su fallecimiento la Sidrería Restaurante Bedriñana, uno de los establecimientos más concurridos de la Comarca de la Sidra.

Fueron varias generaciones las que se familiarizaron con el hostelero, empezando por quienes actualmente unos cuarenta o cincuenta años, que le conocieron en su etapa en la discoteca El Canaris, muy popular en la década de los ochenta y noventa.

Pero la pasión de Bedriñana se centró en el sector sidrero y hostelero. Gran conocedor de la gastronomía asturiana, puso en marcha restaurantes en Villaviciosa, centrándose en la Sidrería Bedriñana, uno de los referentes en la zona. En el año 2014 llegó a ganar el premio a la Mejor Fabada del Mundo.

En su faceta profesional ha sido reconocido su papel en iniciativas como la Asociación de Villaviciosa para el Turismo, la Fundación de Turismo de la Comarca de la Sidra, de la que fue patrono en representación del sector, o en la Semana Cultural y Gastronómica de les fabes de Villaviciosa y el Concurso La Mejor Fabada del Mundo. Participó, con su rostro, en campañas promocionales de la sidra asturiana.

Amable Bedriñana tenía esposa y una hija. Vecinos, clientes y amigos han compartido su tristeza en su funeral. Pero no ha faltado la puesta en común de recuerdos y anécdotas acerca de la figura del fallecido. Todos han coincidido en recordar su profesionalidad y, sobre todo, esa sonrisa que nunca perdía y que todo el mundo se encontraba al entrar en su establecimiento.