OVIEDO, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Izquierda Unida de Asturias ha presentado alegaciones contra el proyecto de sondeo 'Viñón-1', con el que la sociedad Petroleum Oil & Gas España S.A. pretende detectar la presencia de gas natural no convencional, de cara a su explotación, al sur de Villaviciosa (a 6 kilómetros de la capital) y próximo al límite con el municipio de Cabranes (a 1,5 de Viñón).
El coordinador de IU Asturias, Manuel González Orviz, ha rechazado este lunes, tras la presentación de las alegaciones ante la Dirección General de Minería y Energía, la ejecución del proyecto y exigió al Principado que se realice un estudio de impacto ambiental para despejar cualquier duda sobre los efectos de la prospección.
"Cuando existe el más mínimo recelo sobre los efectos para la salud o para el medio ambiente de una actividad, la administraciones están obligada a poner todas las medidas a su alcance para despejarlos. Y este es el caso: las extracciones se realizarán con una técnica muy cuestionada e incluso prohibida en algunos países por la alta concentración de productos tóxicos que se utilizan y que podrían poner en peligro a la población y al medio ambiente. Por eso, pedimos su paralización", ha argumentado.
González Orviz reclamó que se revise, al detalle, el proyecto pues, añadió, "cualquier equivocación en los controles públicos repercutirán de una u otra forma en la población y los recursos naturales".
IU asume así las reivindicaciones de vecinos y organizaciones de protección del medio ambiente, que temen que las prospecciones primero, y la extracción después, ocasionen un grave impacto para la salud humana y para el ecosistema.
La técnica que se usará para los sondeos y para su posterior explotación comercial es el fracking o fractura hidráulica. Se trata de un procedimiento nuevo en España aunque ya experimentado en Estados Unidos. Según explica IU a través de una nota de prensa, precisamente en ese país, varios grupos ecologistas y la propia Agencia Federal de Protección del Medio Ambiente sostienen que este método es causa de importantes daños a la salud humana y al medio ambiente, al comportar un riesgo significativo de contaminación del agua subterránea y superficial, así como un grave peligro de movilización de gases radiactivos naturales que se emitirían a la atmósfera con consecuencias impredecibles. Además, se ha constatado un incremento de la actividad sísmica en las zonas de operación como consecuencia de las técnicas de fragmentación de la roca necesarias para permitir la explotación de este hidrocarburo.
Este gas, caso de que existiera sería, según diversos estudios, de muy difícil extracción y a unos costes ambientales enormes, ya que, no se encontraría en grandes bolsas en el subsuelo como el gas convencional, sino repartido en pequeñas burbujas en diferentes tipos de roca como pizarra o carbón. Para su explotación es necesario romper las capas de roca para reunir el gas y que éste fluya hacia la superficie. Para ello se utilizan explosivos que provocan pequeñas fracturas y después se inyectan miles de toneladas de agua a muy alta presión, mezclados con arena y aditivos químicos.
Desde IU afirman que el riesgo de contaminación viene motivado por la utilización de aditivos químicos considerados cancerígenos, mutágenos y disruptores endocrinos como bencenos, xilenos o cianuros, entre las más de seiscientas sustancias químicas para favorecer la disolución de las rocas para liberar las pequeñas burbujas de gas que se encuentran en su interior.
