OVIEDO, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dos policías locales de Villaviciosa, J.M.P y S.V.P., vigilaron en 2008 a un guarda del coto, J.C.P., para reunir evidencias para el despido del guarda por parte de la Asociación de Cazadores El Portal, de la que, a su vez, los agentes son socios. Según consta además en el registro del personal de servicio de la Policía Local de Villaviciosa, al que tuvo acceso Europa Press, los dos policías se encontraban en horario de trabajo.
Según consta en la carta de despido hacia el guardia, el 17 de noviembre de 2008, J.M.P. comprobó "personalmente" que J.C.P. fichó a las 6.32 horas y en vez de realizar el servicio de vigilancia asignadao en el parte, "se traslada a su domicilio particular en la zona de Torrrejera, Castiello, en el que permanece prácticamente toda la mañana hasta que vuelve de nuevo al coto, para fichar, la hora de salida a las 14.30 horas. Ese día, el 17 de noviembre, el agente de policía J.M.P. estaba de servicio en el turno de la mañana, según el citado documento.
La carta de despido que se le envió al guarda en diciembre de 2008 también señala que, al día siguiente, 18 de noviembre, J.C.P. realizó la "misma operación", fichando la entrada a las 6.30 horas y volviendo a su domicilio para volver al coto sólo para fichar la salida a las 14.32 horas. "Este hecho es comprobado personalmente por el socio S.V.P", señala la carta. El 18 de noviembre, S.V.P tenía asignado el turno de mañana en su turno como policía local.
El proceso no terminó ahí, los responsables de la Asociación llegaron a contratar incluso a un detective privado para seguir al guarda. Pero tras recibir la carta de despido, éste, que trabaja para la Asociación desde 1994, recurrió a los tribunales, que le dieron la razón, al declarar el juzgado de lo social número 3 de Gijón el despido improcedente y ordenar a la Asociación de Cazadores El Portal su readmisión o el abono de 33.893,98 euros, además de los salarios de tramitación devengados.
Según aparece recogida en esa sentencia S.V.P. reconoció, en condición de testigo, que por su condición de agente de la Policía Municipal de Villaviciosa había acudido a las inmediaciones del domicilio del trabajador y visto cómo el guarda llegaba a la casa a bordo de un coche, cómo entraba en la vivienda, apagaba las luces y permanecía allí al menos durante los 20 minutos que él mismo había estado vigilante.
Los responsables de la Asociación interpusieron entonces esa sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que lo desestimó, confirmando la resolución anterior. El juez sostenía que la idea del despido del guarda estaba ya presente al menos desde el mes de junio del pasado año.
