OVIEDO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación de Montaña de Asturias, Juan Rionda, y los responsables de los tres principales grupos dedicados a esta actividad deportiva (Torre Cerredo, Vetusta y Ensidesa Gijón) discreparon esta semana en declaraciones a Europa Press sobre la conveniencia de la instalación de un teleférico en el Monte Monsacro, iniciativa que promueve el Ayuntamiento de Morcín. Mientras el dirigente federativo lo apoya, y el representante del Torre de Cerredo no se opone, los otros dos colectivos critican duramente la iniciativa por su impacto visual y porque "convertirá al pico en un basurero".
Así, Rionda recordó que fue alcalde de Morcín y fue el primero que propuso un teleférico para subir al Monsacro. "No es una montaña de relevancia montañera, sino una montaña pequeña que tiene acceso para cualquiera tanto por los caminos como por las pistas". Además, recordó que "tiene dos columnas de alta tensión encima que desde el año 84 la desgraciaron, con lo que si se trata del punto de vista ecologista, primero que quiten las columnas, y después empezaremos a hablar de que no se ponga nada para no estropearlo".
"La significación fundamental no es montañera", comentó, "sino histórica por sus dos capillas medievales", en referencia a las ermitas situadas al pie de la cima, por las que "tiene una tradición de peregrinaje más que de montañismo". "Si lo ponen y esto trae para Morcín un alivio turístico", el presidente federativo apoya el proyecto.
No se mostró crítico con la idea Alberto Fernández, presidente del Grupo Torre Cerredo de Gijón, para quien "si ordenan en zonas bajas el turismo y se dejan las zonas altas libres de artilugios y refugios", no sería una opción negativa. "Un teleférico que llegue a 1.000 metros puede ser una cosa que sirva para ordenar el turismo", opinó, para añadir a continuación que no diría lo mismo si se tratase de los Picos de Europa. "No lo vemos mal en un prinicpio", concluyó.
NEGATIVO
Muy críticos por el contrario se mostraron Bernardo de la Cuesta, presidente del Grupo Vetusta de Oviedo, y Manuel Vázquez Fernández, vicepresidente del Grupo Ensidesa Gijón. Para el primero, "tendrá un impacto lógico y convertirá el Monsacro en un lugar puramente turístico". A su juicio, "todo lo que sea añadir a la montaña cuestiones artificiales es negativa. Es una montaña como otra cualquiera", comentó. Reconoció que "tiene ermitas de interés cultural, pero tiene una pista y unas pilonas que causan bastante impacto, y si le siguen metiendo cada vez más presión artificial y pierde su atractivo montañero".
Para Manuel Vázquez "este tipo de inventos lo único que hacen es llevar basura a los picos". "Los montañeros sabemos que picos a los que se accede fácilmente, con el coche o en remontes, se convierten en basureros". "Además al Monsacro desde el pueblo de La Collá se sube como nada por una senda francamente buena", recordó.
"EL QUE NO PUEDA QUE NO SUBA"
Amos responsables de grupos montañeros coincidieron en señalar que no se puede pretender que todo el mundo suba a todos los montes. "La montaña es selectiva, el que pueda subir que suba y el que no que no suba", afirmó Bernardo de la Cuesta. "Yo a los sitios a donde no puedo acceder no pido que me pongan nada artificial para subirme", añadió.
Así, estimó que por esta lógica "se les puede ocurrir poner un teleférico en cualquier pueblo, por ejemplo para subir desde Peñerudes hasta La Mostayal (pico cercano al Monsacro)". Del mismo modo, Vázquez consideró que "por esa regla de tres, habrá que poner un ascensor al Urriellu, para que suba todo el mundo, o un cable para pasar del macizo occidental al central sobre la garganta del Cares".
Descartaron también ambos montañeros la comparación con Los Alpes o Los Dolomitas, donde hay un buen número de teleféricos. "En Suiza si hoy en día no hubiese un remonte, no harían ni la centésima parte porque eso fue en otra época". De la Cuesta señaló que "ésos son espacios mucho más grandes en los que los teleféricos sólo suben a zonas para hacer esquí y muy localizadas".
Vázquez aprovechó para comentar que la Federación de Montaña también apoyó la obra del refugio del Meicín. "De todos los montañeros que conozco, no hay ni uno que vea la justificación a este edificio", concluyó.
