Tribunales.- Siete de los ocho acusados vender cocaína en Gijón reconocen los hechos y llegan a un acuerdo con el fiscal

Actualizado: jueves, 25 septiembre 2008 20:51

GIJÓN, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

Siete de los ocho acusados de vender cocaína en la localidad de Gijón reconocieron los hechos y llegaron a un acuerdo con el Ministerio Fiscal, durante el juicio que se celebró hoy en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El único que negó los hechos que se le imputaban fue Mauricio C. C, de nacionalidad colombiana, y para el que el fiscal solicita una pena de seis años de prisión por tráfico de droga. El juicio continuará mañana con la prueba testifical.

El resto de los acusados se conformaron con las siguientes penas: para Enrique Jesús R. R., una condena de cinco años de prisión y multa de 3.500 euros. A Francisco Mario D. P., una condena de cuatro años de prisión y multa de 2.500 euros. A Alejandra María S. L., dos años años de cárcel y multa de 2.500 euros.

Para Manuel A. S. y para Armando G. F. una pena de tres años y seis meses de prisión. Asimismo el fiscal acordó tres años de cárcel para Adrián C. C. y un año para Luis Miguel S. V.

Según el escrito del fiscal, uno de los acusados, Enrique Jesús R. R. adulteraba la droga, para obtener un mayor beneficio económico y la revendía nuevamente en paquetes similares a los que vienen directamente desde Colombia. Otro de los acusados Francisco Mario D. P., por su parte, se dedicaba a vender en pequeñas cantidades a los consumidores finales la cocaína que le suministraba Enrique Jesús R. R. En dicha actividad era ayudado por su compañera sentimental Alejandra María S. L.

Entre las personas que suministraban la cocaína, en la segunda mitad del año 2006, a Enrique Jesús R. R., estaba el acusado Mauricio C. C.. Así, en concreto, se desplazó desde Madrid, donde residía, hasta Gijón, en septiembre de 2006, llevándole a Enrique Jesús R. R. una cantidad indeterminada de cocaína, introduciéndose con éste en un piso "de seguridad" donde Enrique Jesús R. R. manipulaba la droga.

La Policía detuvo, el día 29 de marzo de 2007, a Enrique Jesús R. R., y en el registro de una de sus viviendas los agentes se incautaron de 23 kilos de cocaína; tres balanzas de precisión, una de ellas con restos de droga; una empaquetadora; cinco billetes de 500, uno de 200, 43 de 100 y 125 de 50 euros y 80,27 gramos de hachís con una riqueza en THC del 6,80%(valorada en 366€).

Ese mismo día, la Policía detuvo también a Francisco Mario D. P. y Alejandra María S. L., yendo la comisión judicial a practicar entrada y registro en su domicilio. El acusado se negó a abrir la puerta, y tiró la droga de qué disponían por el inodoro del cuarto de baño, así como por la ventana, según el escrito fiscal.

Finalmente, en el domicilio se halló un cuchillo con restos de cocaína; dinero repartido en 14 billetes de 10 euros, 17 de 20, uno de 10 y 27 de 5 euros; y en la calle 59,78 gramos de cocaína con una riqueza base del 32 por ciento que había sido arrojada por la ventana del piso valorada en 2.314 euros.

Por otra parte, y debido a las relaciones que tenían con Enrique Jesús R. R. en la actividad de tráfico de drogas, la Policía, al mismo tiempo, investigó a otro grupo de personas que se dedicaban igualmente a la venta de cocaína en la localidad de Gijón a lo largo de la segunda mitad del 2006 y primeros meses del 2007.

En concreto, Manuel A. S. se dedicaba a vender la cocaína a Armando G. F., quien a su vez, la distribuía a terceros, entre ellos, a Adrián C. C., quien la vendía a los consumidores finales.

Igualmente tenía relaciones en la actividad ilícita del tráfico de drogas con Armando G. F., el acusado Luis Miguel S. V., quien se dedicaba en Gijón a la venta de hachís. Así, a modo de ejemplo, el 20 de febrero de 2007 quedó con una persona para venderle 25 gramos de hachís.

Finalmente, el 12 de junio de 2007 fue detenido, ocupándosele dos teléfonos móviles y una piedra de hachís de 0,54 gramos --valorada en 2,47 euros--.

Según el fiscal, las sustancias estupefacientes ocupadas a los acusados las poseían con la finalidad de destinarlas al tráfico ilícito y el dinero procedía de dicho tráfico de drogas.