SANTA CRUZ DE BEZANA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santa Cruz de Bezana, Juan Carlos García Herrero, acompañado de los concejales de Obras y Movilidad, Parques y Jardines, así como diferentes técnicos del Gobierno de Cantabria, inauguró las obras de construcción de una nueva red de saneamiento de los pueblos de Maoño y Azoños que conecta con la red de saneamiento de la Bahía de Santander.
La obra, que cuenta con un presupuesto de Ejecución por Contrata de 835.380 euros y que fue incluida en el PIHL 2007 (Plan de Infraestructuras Hidráulicas Locales del Gobierno de Cantabria), ha sido posible gracias a la colaboración de los vecinos afectados que han cedido voluntariamente los terrenos necesarios para llevar las obras a buen término, según destacó el Ayuntamiento.
Esta nueva red de saneamiento permitirá posible recoger las aguas de la cuenca de Azoños y Maoño, de forma que logra la incorporación de estas dos localidades al saneamiento de la Bahía, ya que hasta la ejecución de estos trabajos, la cuenca se encontraba aislada del resto del saneamiento municipal, siendo necesario resolver el mismo con dos depuradoras obsoletas, con los consiguientes vertidos al medio natural.
Asimismo, la red permite no solo recoger las aguas fecales del saneamiento actual, sino que permite la ejecución de ramales secundarios y acometidas domiciliarias que conectarán al saneamiento municipal de aquellas zonas y viviendas que no disponían de este servicio. Una de las áreas beneficiadas será el saneamiento de la calle El Juyo de reciente ejecución, encontrándose en fase de estudio y proyecto en el momento actual el resto de zonas.
El trazado de la obra parte de la antigua depuradora de Maoño, donde se ha ejecutado una estación de bombeo dotada con dos bombas que funcionarán alternativamente en previsión de desgastes y posibles averías.
El mismo, impulsa las aguas hasta alcanzar el punto mas alto del trazado donde, a través de una arqueta de rotura, las aguas continuarán por gravedad hasta su conexión al Saneamiento de la Bahía, una vez cruzada la carretera nacional N-611.
La obra supone un gran incremento de la calidad ambiental, ya que las aguas tratadas por las dos depuradoras eliminadas eran vertidas al medio natural incorporándose al sistema hidrológico de la cuenca.
Al mismo tiempo, esta obra permitirá un importante beneficio económico debido a los altos costes de mantenimiento que presentaban ambas depuradoras, agravadas por el continuo crecimiento de la población en la zona que había terminado por sobrepasar su capacidad.
