SANTANDER, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los hortelanos santanderinos se preparan, un año más, para la llegada de la primavera. Con este objetivo, los adjudicatarios de las 93 parcelas municipales ubicadas en la Finca Altamira, El Alisal y Duque de Ahumada han comenzado a trabajar la tierra para la producción estival.
En concreto, están abonando las parcelas para que estén a punto en una de las épocas de mayor actividad en las mismas. La concejala de Dinamización Social, Carmen Ruiz, compartió con los hortelanos de Duque de Ahumada estos trabajos que despertaron la curiosidad de los vecinos que paseaban por la zona, que se ofrecieron, incluso, a echar una mano, al igual que los escolares que visitaron estas parcelas.
"Una vez más, los hortelanos hicieron gala del compañerismo y la amistad que reina entre ellos y, perfectamente organizados, se repartieron las tareas para ayudar a todos aquellos que tienen mayores dificultades para moverse o cuentan con menor capacidad física para realizar estos trabajos", enfatizó la edil.
La responsable de Dinamización Social incidió en que las labores de abonado son muy importantes ya que permiten a los hortelanos preparar y poner a punto la tierra de cara a la inminente llegada de la primavera, época del año de gran actividad en la huerta ya que se acercan los meses de mayor producción.
Asimismo, hizo hincapié en que, fieles a los principios de la agricultura ecológica, los hortelanos de la Red de Huertos Sostenibles del Ayuntamiento de Santander realizan cada año el abonado de las parcelas para favorecer el desarrollo de una fauna beneficiosa del suelo (lombrices, bacterias, hongos) que, junto con las rotaciones de las cosechas y la eliminación manual de las larvas o insectos perjudiciales que puedan aparecer sobre las hortalizas, constituyen la base de unos métodos de cultivo totalmente naturales y respetuosos con el medioambiente.
SEMILLEROS A PUNTO
Ruiz explicó que, al mismo tiempo y para continuar con las labores de agricultura ecológica implantadas en los huertos, los hortelanos santanderinos han comenzado a preparar los semilleros de tomate, pimiento, calabaza, berenjena, lechuga, acelga verde y roja, espinaca, ruibarbo, así como una gran variedad de plantas aromáticas que miman diariamente hasta que poder trasplantarlas a las parcelas.
"La mayor parte de estas semillas provienen de los mejores frutos obtenidos durante la cosecha del pasado verano y han permanecido guardadas como auténticos tesoros por los hortelanos, que no dudan en intercambiárselas con sus compañeros y con muchas de las personas que se acercan a interesarse por la actividad que se realiza en los huertos", subrayó la edil.
La responsable de Dinamización Social añadió que, además del alto valor nutricional que proporcionan los productos obtenidos en los huertos, hay otras muchas ventajas paralelas que hacen de iniciativas como ésta, una práctica beneficiosa para los habitantes de la ciudad.
Ruiz reiteró que el programa de huertos sociales sostenibles del Consistorio santanderino es un importante instrumento para fomentar las relaciones humanas y la convivencia entre personas de distintas edades.
"Para los mayores, el trabajo en el huerto es relajante, gratificante y una maravillosa excusa para salir de casa y respirar aire puro, mientras se realiza ejercicio físico y para los más pequeños es un mundo por descubrir que se encuentra al alcance de su mano", afirmó la concejala de Dinamización Social.
