SANTANDER, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Cultura ha incoado expediente para la declaración de la ermita de San Román, en el municipio de Escalante, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento.
En su resolución, publicada este viernes en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), Cultura recuerda que en 1986 el Gobierno regional acordó esta incoación pero como el procedimiento no se concluyó, y "ante la necesidad de proteger el inmueble debido a sus relevantes valores histórico artísticos", ha decidido retomarlo.
La Comisión Técnica de Patrimonio Edificado ha informado favorablemente de la delimitación del entorno de protección propuesto por la Dirección General de Cultura, que corresponde a los límites de la finca en la que se encuentra ubicado el inmueble.
En el siglo XII se edificó esta pequeña capilla en lo que entonces eran las afueras de Escalante, un ejemplo de la pervivencia de trazas románicas ya en el gótico.
La estructura de la ermita es sencilla, tiene una única nave y un pequeño ábside semicircular cubierto con bóveda de cañón. Destaca sobre todo por el excepcional conjunto escultórico conservado en su interior.
La puerta de entrada es de arco de medio punto y el ábside cuenta con 16 canecillos decorados con motivos diversos. En el hastial se eleva una reducida espadaña de una sola tronera, en sillería.
En el interior la decoración se concentra en el arco triunfal, presbiterio y ábside. El arco triunfal es de medio punto y se apoya sobre cimacios y columnas con capiteles historiados. La columna de la izquierda tiene fuste acanalado en arista curva y su capitel esta formado por cuatro animales afrontados, de cuyos lomos surgen unas volutas elevadas que se unen en las esquinas. El cimacio esta decorado con motivos florales y cabezas de animal en los ángulos.
El arco que abre el ábside es de medio punto y se apoya sobre columnas cariátides adosadas al muro. La de la izquierda tiene una magnífica imagen de la Virgen sedente, con el niño encima. Cuenta con un original capitel con arquillos superpuestos rehundidos, rematado por una especie de argolla en el ángulo. El cimacio está decorado con una figura humana en posición horizontal, un pájaro y una vasija de frente. En la columna derecha aparece la figura de un apóstol o clérigo, que sostiene con sus manos un libro abierto y en el capitel se representa la matanza de los inocentes. El cimacio está decorado con bolas con caperuza y rostro humanos.
El muro del ábside está recorrido por una línea de impostura con bolas y cabezas pequeñas de animal. En el centro del muro se abre la única ventana románica conservada. Es de medio punto, con arquivoltas de ajedrezado y aves y un gran boquetón que apoya sobre columnas de capiteles decorados, el de la izquierda con figuras de animales afrontados, con cabeza humanoide y el de la derecha con gruesas medias bolas con rosas de cuatro y cinco pétalos.
El exterior del edificio muestra un aspecto moderno fruto de una restauración reciente, apareciendo la mampostería característica del románico rural.
