CANTABRIA.-Director de Altamira: "Solo la cueva original aporta emoción"

Bisontes de la cueva de Altamira
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Actualizado: jueves, 27 febrero 2014 18:51

"Si es compatible con la conservación el que entren algunas personas al día, hagámoslo", dice José Antonio Lasheras.

SANTANDER, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El director del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, José Antonio Lasheras, ha asegurado hoy, con motivo de la reapertura al público de la cavidad tras doce años cerrada, que sólo la cueva original aporta "emoción".

Así, en declaraciones a Europa Press, Lasheras ha contrapuesto la visita a las instalaciones de la réplica de la gruta original, construidas junto a la cavidad e inauguradas en el año 2001, que aportan el conocimiento "intelectual y científico", con la entrada a la auténtica 'Capilla Sixtina del Arte Rupestre'. "Hay un acceso intelectual y científico, el de la neocueva", frente a otro "emocional", que "sólo" es posible en la original.

Y es esta emoción la que han experimentado hoy, de primera mano, cinco personas, las dos mujeres jóvenes y tres hombres -dos periodistas y un jubilado- que han podido entrar en la cueva por un golpe de suerte y que pasarán a la historia junto con la fecha de la reapertura: 27 de febrero de 2014.

Los afortunados, elegidos al azar entre los visitantes que se encontraban esta mañana en el Museo, han trasladado al director de Altamira la "profunda emoción" que han sentido al acceder a la cueva, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Pero no solo se han sorprendido por la fortuna que han tenido al resultar escogidos por sorteo, sino por la frescura de las pinturas que los hombres prehistóricos dibujaron, hace más de 15.000 años, en las paredes y techos de la cueva.

"Todos esperaban ver unas pinturas distintas, más pobres de color, pero todos han comentado que tienen tanto o más color que en la propia neocueva", ha destacado Lasheras, que atribuye la frescura de las originales a la humedad que hay en la gruta.

Y aunque los cinco agraciados, que han estado acompañados por dos guías durante la visita, de 37 minutos, han reconocido la fidelidad y exactitud de las pinturas de la réplica, no han sentido la emoción vivida al entrar en la original, algo "singular" que solo se puede experimentar en la vieja cavidad, ha recalcado Lasheras.

OFRECER EMOCIÓN A ALGUNAS PERSONAS AL DÍA

De ahí la apuesta del director por permitir las visitas, siempre y cuando esté garantizada la "imprescindible" conservación de las pinturas rupestres. "Si es compatible con la conservación el que entren algunas personas al día, hagámoslo", ha expresado en declaraciones a esta agencia.

Así, aunque cerrar la cueva al público ha sido la opción elegida en los últimos años para frenar el deterioro que se venía observando en las pinturas y mantener su conservación, ahora se va a estudiar, con este régimen experimental y restringido de visitas, la posibilidad de "ofrecer emoción a algunas personas al día".

La decisión de mantener abierta o no Altamira, y en qué términos, será adoptada por el Patronato a finales de agosto, en el marco del programa de investigación que se viene realizando y que determinará el estado de conservación de las pinturas así como posibles alteraciones en el interior derivadas de la presencia humana en la cueva.

CONSERVACIÓN Y EXPOSICIÓN

Con todo ello, el director del Museo no cree que haya un conflicto o contradicción entre conservación y exposición, sino que es una "ecuación" en la que se pueden conjugar las dos variables, es decir, las visitas y el mantenimiento del patrimonio. También ha negado presiones políticas de cara a la reapertura. "A bastante presión nos sometemos ya el equipo de investigación", ha comentado al respecto.

Aún así, y en el caso que se continúe la apertura, Lasheras ve difícil que el acceso de visitantes alcance los niveles que había en los años previos al último cierre, acordado en 2002, y que alcanzaba las 8.000 personas anuales.