Las obras de recuperación deberán durar seis meses y han de respetar el periodo reproductor de las aves que habitan en el islote
NOJA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Noja ha recibo la notificación por parte del Ministerio de Medio Ambiente en el que se otorga al Consistorio la concesión para llevar a cabo la rehabilitación de la ermita de San Pedro, ubicada en uno de los islotes de la playa de Ris.
La administración local nojeña ya ha aceptado las condiciones que la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar ha establecido para poner en marcha las obras de recuperación, informa el Ayuntamiento.
La concesión afecta a un total de setenta y cinco metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre. La obra, según detalla el Ministerio, deberá realizarse en los tres meses siguientes al otorgamiento de la concesión y ha de respetar el periodo reproductor de la avifauna que habita en el islote, sin superar los seis meses.
Del mismo modo, la actuación deberá mantener tanto la altura como el volumen original de la ermita, y los acabados de los elementos visibles desde el exterior de la edificación serán tradicionales, empleando colores discretos y apagados.
El uso que el Ayuntamiento dará a la ermita será cultural y religioso en un intento de recuperar la fiesta popular que se perdió a principios del siglo XX.
Por ello, la utilización del edificio se limitará a esa actividad y el acceso al islote, por una escalera que se plantea construir, únicamente estará abierto para tal fin.
Por otra parte, los residuos generados por las obras de recuperación deberán de ser retirados a un vertedero autorizado evitando en todo momento la acumulación de impactos por el desarrollo de la actuación.
El Ayuntamiento de Noja inició los trámites correspondientes para este fin a principios de este verano. Junto a numerosos vecinos del municipio, que prestan su colaboración de forma voluntaria para la recuperación de la ermita, plantearon el proyecto que dentro poco será una realidad.
Su objetivo es, por un lado, recuperar la fiesta popular de San Pedro Ad Víncula, el 1 de agosto, cuya tradición se perdió a raíz de una tragedia ocurrida durante su celebración a principios del s. XX; y por otro, el convertirla en un atractivo turístico para la zona.
