El acusado lo niega y asegura que quería pedir a su vecina una prenda de ropa que se le había caído del tendal
SANTANDER, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un año y medio de prisión a un hombre por forzar la puerta de una de las viviendas del edificio de Santander donde vivía para entrar a robar, algo que el acusado niega y asegura que quería pedir una prenda de ropa que se le había caído del tendal.
Según la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que confirma la del Juzgado de lo Penal Número 4 de Santander, los hechos ocurrieron en la mañana de noviembre de 2010, cuando el condenado, S.N.C., "con el propósito de obtener un beneficio económico ilícito", se dirigió junto con otro individuo al edificio de la calle Perines en el que vivía.
Desde el portero automático, ambos llamaron "de forma insistente" a uno de los pisos --ubicado una planta más abajo de donde residía S.N.C.--, sin que nadie atendiera a dicha llamada, por lo que subieron hasta el rellano donde se encontraba esa vivienda.
Una vez allí, el condenado permaneció "en actitud vigilante" mientras su acompañante manipulaba la cerradura de la vivienda, "ambos con intención de acceder a su interior y apoderarse de cuantos efectos de valor encontraran", según la sentencia.
Sin embargo, la vivienda no estaba vacía y en el interior había dos mujeres, la moradora de la vivienda y una amiga que temporalmente estaba residiendo con ella.
Esta última se acercó a la puerta y reconoció a través de la mirilla a S.N.C. por ser vecino del inmueble; por lo que comenzó a gritar, lo que hizo que los dos individuos abandonaran el lugar a la carrera, haciéndolo el acusado escaleras arriba y su acompañante, bajando hacia el portal.
Durante la manipulación de la cerradura se rompió el bombín y las dos mujeres no pudieron salir hasta que un cerrajero acudió a arreglarlo.
Por estos hechos, se consideró a S.N.C. como autor de un delito de robo con fuerza en las cosas en casa habitada en grado de tentativa, por lo que, tras el juicio celebrado, fue condenado a año y medio de prisión, pena que recurrió al considerar que no hay "ninguna" prueba de que haya sido él quien trató de manipular el bombín de la cerradura de la casa.
La Audiencia ha desestimado su recurso al entender que la juez que dirigió el juicio no erró en la valoración de la prueba y considerar que "hay prueba suficiente de cargo" para condenarle, consistente en el testimonio "firme, seguro y convincente" de las dos mujeres que se encontraban en la casa.
Además, señala que "no es de extrañar" que la magistrada del Juzgado de lo Penal no creyera la versión del acusado porque "se contradice" con la versión de las inquilinas, que afirmaron que él estaba "en actitud de vigilancia y control" en el rellano mientras el otro manipulaba el bombín.
Según la Audiencia, estas actitudes "nada tiene que ver con la que sería propia de quien lo que quiere es que se le franquee la puerta para pedir un favor a un vecino" y tampoco ve lógica que se vaya corriendo quien lo que quiere es recoger una prenda de ropa. Además, señala que su testimonio no se acomoda con los daños en el bombín, por lo que deberá indemnizar a la propietaria del inmueble.
