Actualizado: lunes, 12 mayo 2014 13:11

SANTANDER, 12 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiciencia Provincial de Cantabria ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal Número 4 de Santander que condenaba a un hombre a cuatro años de prisión por robar en siete viviendas del mismo bloque de una urbanización de Somo (Ribamontán al Mar), de donde sustrajo seis televisiones, entre otros objetos, y por llevar una matrícula en el coche que correspondía a otro vehículo.

De este modo, la Sección Tercera de la Audiencia desestima el recuso de apelación del imputado, JS.H.H., que pedía su absolución alegando que la condena no se basó en una prueba de cargo "suficiente", que sin embargo la AP cree "contundente".

Así, se considera probado que el 28 de abril de 2011, sobre las 23.00 horas, el acusado fue a la urbanización 'Las Quebrantas' de Somo en un coche cuya matrícula original había sustituido por otra. Forzó la cerradura de la puerta de la terraza de una vivienda y allí cogió un manojo de llaves de otras viviendas del lugar, lo que le facilitó su acceso a las mismas. Previamente, en ésta primera se apoderó, además de las llaves, de dos televisores, joyas de oro, toallas, una manta, una máquina de afeitar, 380 euros en metálico, una cartera y una bolsa con monedas, tres mandos de garaje y un huevo de porcelana.

En el transcurso de la noche y utilizando el manojo de llaves, robó, hasta que fue detenido, en seis viviendas, de donde sustrajo cuatro televisores, un maletín de herramientas, un taladro, juegos de llaves, mandos de garaje, una bolsa de monedas, un transistor, un colgante con una perla y tres huevos decorativos. Objetos que fueron recuperados por la Guardia Civil y devueltos a sus propietarios.

Además de la absolución, el acusado pedía en su recurso que el delito continuado de robo con fuerza en casa habitada se considerara en grado de tentativa, lo que la Audiencia Provincial rechaza argumentando que la consumación de los delitos de robo y hurto no viene condicionada por el agotamiento del fin lucrativo perseguido por el autor sino por la disponibilidad de los efectos sustraídos.

En este caso, el hombre había cargado los televisores en el coche y los había ocultado con una manta y, si no se los llevó, fue porque "siguió entrando en otras viviendas de la urbanización con el de hacerse de cuanto de valor pudiera hallar en su interior", razón por la que fue finalmente sorprendido por un vecino, que fue quien avisó a la Guardia Civil, señala el tribunal.

Por estos hechos, el sujeto ha sido condenado, por un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada, a tres años y seis meses de prisión; y por un delito de falsedad en documento oficial, a seis meses de prisión y una multa de 1.080 euros.