Hubo 160 peticiones para modificar las medidas acordadas en sentencia y 133 de adopción de medidas sobre hijos nacidos en parejas no casadas
SANTANDER, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los juzgados cántabros registraron un total de 354 demandas de disolución matrimonial durante el primer trimestre de este año, lo que supone una disminución cercana al 20 por ciento -en concreto del 19,7%- respecto a las presentadas en el mismo periodo de 2017.
La tasa de disoluciones por cada diez mil habitantes se situó en la región en 6,1, prácticamente la misma que la media de todas las comunidades autónomas, que entre enero y marzo fue de 6,2.
Así se desprende del informe que trimestralmente elabora el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial con datos relativos a la actividad de los juzgados de primera instancia con competencia en familia, y que ha sido difundido este lunes con los del primer trimestre de 2018.
En el periodo analizado, los órganos judiciales cántabros registraron, además, 160 peticiones de modificación de medidas acordadas en sentencia de disolución matrimonial, y 133 procedimientos para la fijación de medidas de guarda y custodia sobre hijos nacidos en parejas no casadas y que se han disuelto.
MENOS DIVORCIOS
De enero a marzo, se presentaron en Cantabria menos demandas de divorcio que un año antes: 333 frente a las 418 del primer trimestre de 2017, y se redujeron tanto los de mutuo acuerdo como los no consensuados. Del total, 216 eran demandas de divorcio no contenciosas -un 13,3% menos- y 117 eran litigiosas -un 30,8% menos-.
Las demandas de separación fueron 21, dos menos que un año antes. De ellas, 17 eran consensuadas (una más que en 2017) y cuatro no consensuadas (tres menos).
Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial con la población, Cantabria registró 6,1 demandas de este tipo por cada diez mil habitantes, en línea con la media española, que se situó en 6,2.
A la cabeza se encuentra la Comunidad Valenciana, donde se presentaron 7,3 demandas por cada diez mil habitantes; seguida de Islas Baleares, Cataluña y Navarra, donde la tasa se situó en 6,7. Donde menos demandas de este tipo se registraron fue en Galicia (4,4).
125 DEMANDAS EN SANTANDER Y 75 EN TORRELAVEGA
Por partidos judiciales, en Santander se presentaron en el primer trimestre del año 162 demandas de disolución (91 divorcios consensuados, 61 litigiosos, nueve separaciones consensuadas y una no consensuada) y en Torrelavega las demandas de este tipo ascendieron a 79 (49 divorcios de mutuo acuerdo, 24 no consensuados, cuatro separaciones acordadas y dos litigiosas).
En Castro Urdiales hubo 25 demandas (19 divorcios consensuados, 5 litigiosos y una separación acordada), la misma cifra registrada en Santoña (17 divorcios consensuados, siete no consensuados y una separación de mutuo acuerdo).
En Medio Cudeyo, los dos juzgados recibieron 23 demandas de disolución matrimonial (13 divorcios acordados, siete litigiosos, dos separaciones consensuadas y una litigiosa); y en Laredo, 21 (16 divorcios de mutuo acuerdo y cinco no consensuados).
En San Vicente de la Barquera se contabilizaron por su parte 14 demandas de disolución matrimonial (siete divorcios acordados y otros siete litigiosos); y en Reinosa, cinco (cuatro divorcios de mutuo acuerdo y uno contencioso).
PROCEDIMIENTOS DE MODIFICACIÓN DE MEDIDAS
La estadística también analiza los procedimientos presentados en los juzgados solicitando la modificación de alguna de las medidas acordadas en sentencias de separación, de divorcio o de nulidad.
Durante el primer trimestre de este año, se registraron 160 peticiones de este tipo, en su mayoría (114) no consensuadas, un 5% menos que en 2017. Las de mutuo acuerdo fueron 46, una más que las que se registraron en el mismo periodo del año anterior.
Finalmente, los juzgados civiles de Cantabria recibieron 133 procedimientos para la adopción de medidas sobre guarda, custodia y alimentos de hijos nacidos en parejas no casadas que se rompen. De ellos, 67 eran peticiones contenciosas -un 1,5% más- y otras 66 de mutuo acuerdo -las mismas que un año antes.
