AEMET prevé una Navidad sin lluvias y un invierno un poco más cálido de lo normal

Paisaje nevado de Campoo
EUROPA PRESS - Archivo
Actualizado: lunes, 17 diciembre 2018 11:59

El otoño fue cálido y seco, con unas nevadas en octubre que no se producía en los últimos 107 años

SANTANDER, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Delegación en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (AMET) prevé una Navidad anticiclónica y sin lluvias, aunque podría producirse una "tanda de frío" en los días 25 y 26, predicción esta última sin confirmar aún.

De cara al próximo invierno, que entrará el día 21 a las 23.23 horas, las precipitaciones no estarían ni por encima ni por debajo de lo normal, con lo que serán "las esperables", mientras que la previsión climatológica apunta a que en algunas zonas de la comunidad las temperaturas serán "un poco más cálidas" de lo normal.

De este modo, no se espera que el invierno rompa la tónica de falta de lluvias y las temperaturas "tirarán a algo más cálidas".

Así lo ha indicado en rueda de prensa el delegado territorial de la AEMET en Cantabria, José Luis Arteche, quien ha estado acompañado por el jefe de Climatología de la Delegación, Juan José Rodríguez, que ha dado a conocer el resumen del otoño.

Una estación que ha sido cálida, seca y muy soleada en Cantabria. Con un septiembre veraniego, muy cálido y seco; un octubre frío y húmedo, con una intensa y temprana nevada, la mayor que se recuerda en la vertiente cantábrica de los últimos 107 años; y un noviembre cálido y seco, con fuertes vientos.

El año hidrológico finalizó el 1 de octubre con un exceso de precipitación del 40%, sobre todo en el litoral y menor en los Valles del Ebro (10,12%), mientras que en el trimestre de septiembre a noviembre hay un déficit de precipitación del 20%.

Septiembre fue un mes muy cálido en la región, con temperaturas 1,5 grados por encima de las esperadas, y muy seco, con solo el 34% de la precipitación esperada. Octubre fue frío, con un grado por debajo de lo normal (la temperatura media fue de 13,3 grados) y húmedo, con un 20% más de precipitación; y noviembre también fue cálido, con 0,6 grados más de lo normal, y seco, con solo el 76% de la precipitación esperada, además del tercero más soleados de los últimos 30 años.

De este modo, el otoño en Cantabria fue cálido, con una media de 14,2 grados centígrados, cuatro décimas más de lo normal, y seco, con el 80% de la precipitación esperada.

La temperatura mínima del otoño en Cantabria se produjo el 28 de octubre en Alto Campoo, con -4,7 grados, mientras que las máximas se dieron a mediados de septiembre, cuando se alcanzaron 35,7 grados en Ramales, 35,4 en San Felices de Buelna o 30 grados en Santander.

Las precipitaciones más importantes se registraron el 27 de octubre con más de 68 litros por metro cuadrado en Terán y 65,4 litros en Soba; mientras que el viento se sintió con fuerza en la primera decena de noviembre, con rachas que alcanzaron los 121 kilómetros por hora en Alto Campoo y los 107 en Nestares.

Desde diciembre de 2017 se han encadenado tres trimestres muy o extremadamente húmedos que ha cortado un otoño seco que interrumpe los desequilibrios de exceso de precipitaciones. El pasado invierno fue frío, la primavera normal, y el verano y el otoño cálidos. Todos estos datos hacen prever un año 2018 cálido.

En España, el otoño fue muy cálido, el séptimo más cálido desde 1965 y el quinto más cálido del siglo XXI, y húmedo, con precipitaciones un 16% por encima de la media de la estación. El año hidrológico finalizó con un superávit del 12%.

Por otra parte, Arteche ha anunciado que la AEMET inicia la campaña de predicción de aludes, con datos semanales, que podrán consultarse en la web de la agencia.

Estaba prevista la asistencia a esta rueda de prensa del delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, pero no ha podido acudir.