La Agencia Tributaria Cántabra estará operativa a mediados de 2009 y propiciará más autonomía, flexibilidad y eficiencia

Actualizado: lunes, 18 agosto 2008 15:07

Asumirá las tareas del actual Servicio de Tributos y las competencias que puedan ampliarse con el nuevo modelo de financiación autonómica

SANTANDER, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

Cantabria contará a mediados de 2009 con su propia Agencia de Administración Tributaria, un órgano que asumirá la gestión recaudatoria de los tributos y tasas de la Comunidad Autónoma y permitirá dotar a la gestión tributaria de mayor "autonomía, flexibilidad, eficacia y eficiencia". Además, propiciará una relación más "ágil y estrecha" con los ciudadanos y contribuirá a que la región "se desarrolle más y mejor".

La agencia asumirá las labores recaudatorias que desempeña actualmente el Servicio de Tributos de la Consejería de Economía y Hacienda, pero también aquellas nuevas competencias que puedan derivarse del nuevo modelo de financiación autonómica, que trasladará a las comunidades autónomas una mayor "capacidad y corresponsabilidad fiscal y más autonomía financiera", abriendo así una "oportunidad" a la que Cantabria quiere sacarle "todo el provecho posible".

El consejero de Economía, Ángel Agudo, acompañado del subdirector general de Tributos, Pedro Pérez, expuso hoy en rueda de prensa las razones que justifican la creación de la Agencia Cántabra de Administración Tributaria (ACAT), así como sus funciones, composición y mecanismos de control.

El Consejo de Gobierno aprobó el pasado jueves el proyecto de ley por el que se creará la agencia, compuesto de 30 artículos repartidos en cuatro capítulos, así como seis disposiciones adicionales, tres transitorias, una derogatoria y cuatro finales. La intención es que se tramite de manera "inmediata" en el Parlamento cántabro para que la ley entre en vigor el 1 de enero de 2009. También habrá que aprobar el reglamento de desarrollo de la agencia, que se espera tener en "pleno funcionamiento" para mediados del próximo año.

Según destacó Agudo, la creación de la Agencia Tributaria cántabra responde al paulatino incremento de competencias y del autogobierno, que obliga a dotarse de un instrumento adecuado para una mejor gestión de esas competencias con el fin de ofrecer así una "mayor calidad de servicio", introducir "más modernidad" en la Comunidad Autónoma y ofrecer a los ciudadanos una gestión "más ágil, cercana y eficiente".

Y es que, en opinión del consejero, el "bienestar ciudadano y la modernidad" de Cantabria "depende, no tanto de lo que hagan otras administraciones, sino de cómo" gestione la Administración regional los recursos de la Comunidad.

Entre las funciones de la agencia, la principal será la aplicación de los tributos y determinados recursos económicos gestionados por la Comunidad Autónoma. Así, se ocupará por ejemplo de la recaudación de los tributos cedidos por el Estado, como los de trasmisiones, actos jurídicos documentados o sucesiones y donaciones.

También gestionará los tributos propios, como el canon de saneamiento, así como los de aquellos ayuntamientos que, por falta de medios o capacidad para hacerlo directamente, soliciten a la Administración regional la gestión de sus tributos (actualmente el Gobierno se ocupa de los tributos de más de 70 de los 102 municipios cántabros).

FUNCIONAMIENTO

El modelo en el que se quiere "mirar" el Gobierno cántabro para la creación de este nuevo organismo es la Agencia Estatal de Administración Tributaria, un "modelo de éxito" que se quiere "copiar a escala en Cantabria". Precisamente, otra de las ventajas de la Agencia Cántabra será la mejora de la cooperación y colaboración con la Agencia Estatal.

El funcionamiento de la Agencia Cántabra de Administración Tributaria se sustentará en un contrato de gestión aprobado por el Gobierno regional, que marcará los resultados que se deben alcanzar y contemplará la posterior evaluación de resultados y la exigencia de responsabilidades en caso de incumplimiento de los objetivos.

Este nuevo organismo contará con un presidente (el titular de la Consejería de Economía y Hacienda), y un Consejo Rector, que se ocupará de aprobar los objetivos y planes de acción anuales y plurianuales, así como de aprobar los criterios para medir el cumplimiento de objetivos. Los encargados de ejecutar todas esas directrices serán la Dirección y el Comité Ejecutivo de la agencia.

Además de la evaluación interna del Consejo Rector, y la del Consejo de Gobierno, la agencia estará sometida al control financiero y de auditoría por parte de la Intervención General de la Comunidad Autónoma y al control externo del Tribunal de Cuentas.

La ACAT será un ente de derecho público dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio. Se ha optado por el modelo de agencia porque permite más autonomía en la gestión, con la asunción de determinadas competencias, y a la vez una mayor flexibilidad en el régimen presupuestario y de personal.

PLANTILLA Y MEDIOS

En principio, y si se mantienen las actuales competencias de la Comunidad Autónoma, no será necesario un incremento sustancial de la actual plantilla que atiende el Servicio de Tributos, ya que bastará con un "pequeño aumento" de personal y la sustitución de los profesionales que se jubilen. Pero, en palabras de Pedro Pérez, todo está "a expensas" de la negociación de la nueva financiación autonómica, porque si supone la asunción de nuevas competencias sí que será necesario reforzar la plantilla.

Además del presidente, la Agencia Tributaria Cántabra contará con un director, un cargo de confianza nombrado por el presidente que, según indicó Agudo, deberá responder a ese criterio de confianza política, pero también a otros requisitos de "profesionalidad, experiencia y capacidad".

Presidente y director formarán parte del Consejo Rector, en el que estarán además los directores generales de Hacienda y Presupuestos, la Intervención General, dos vocales de personal funcionario de la Universidad de Cantabria y otros dos vocales del personal funcionario de los órganos directivos de la agencia. Los cuatro vocales serán designados por el presidente.

En cuanto a la ubicación física de la agencia, será un local del Paseo Pereda al que se trasladará el Servicio de Tributos tan pronto como terminen las obras de rehabilitación del edificio en el que se encuentra. Según recordó el consejero de Economía, ese traslado responde a la sentencia que impide desarrollar el servicio en su ubicación actual, en el Edificio Triguero, ya que el Plan General de Ordenación Urbana de Santander obliga a que actividades de este tipo, de atención al público, se desarrollen "a ras de calle".

Agudo explicó que el traslado al Edificio Triguero se hizo en su día para mejorar las condiciones de atención al ciudadano y para los propios funcionarios, ya que el local de la calle Antonio López donde se prestaba el Servicio de Tributos hasta entonces obligaba a los ciudadanos a hacer "cola en la calle" y a los funcionarios a trabajar en un "hacinamiento impropio".

Por último, el consejero subrayó que la creación de la Agencia Cántabra de Administración Tributaria se suma a otras reformas aprobadas o a punto de materializarse gracias a la acción de un Gobierno "reformista". Así, recordó la puesta en marcha del Instituto Cántabro de Estadística o del Instituto de Finanzas (que estará a pleno rendimiento en 2009) y anunció que en los próximos días será el turno de la Agencia de Consumo de Cantabria y más adelante del Instituto de Estudios Económicos.