El Ayuntamiento organiza un grupo de autoayuda para madres de menores víctimas de abuso sexual

Actualizado: sábado, 20 febrero 2010 12:10

SANTANDER, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Santander y CAVAS (Asociación de Asistencia a Víctimas de las Agresiones Sexuales y para la Prevención del Maltrato Infantil) han organizado un grupo de autoayuda para madres de menores víctimas de abuso sexual, en el que han participado cinco mujeres.

La concejala de Familia, Bienestar Social e Igualdad, Isabel Gómez-Barreda, explicó que las mujeres participantes han mostrado un elevado grado de satisfacción con esta actividad, si bien algunas de ellas asumen que siguen necesitando apoyo para poder ir superando todos los efectos en ellas y en sus hijas, al igual que en el ámbito familiar; y otras se encuentra al inicio del proceso y todavía en la fase de "congelación" emocional.

En cualquier caso, se les abre la posibilidad de iniciar o continuar con un tratamiento individualizado, gracias a la colaboración que el Ayuntamiento de Santander mantiene con CAVAS, precisó la concejala, quien apuntó que, a través de este grupo, se ha tratado de ayudar a las madres a superar la difícil situación de que sus hijos hayan sido víctimas de abuso sexual, en muchos casos dentro del propio ámbito familiar.

El objetivo general ha sido generar un clima de confianza e intimidad, donde sus integrantes se sintieran protegidas e identificadas con el mismo, y pudieran manifestar sus sentimientos y pensamientos sobre los hechos sin temor a ser juzgadas y tendiendo a una comprensión y clarificación de la problemática.

Así, se han abordado aspectos como las reacciones al conocer la existencia de abusos sexuales a sus hijos, las distorsiones cognitivas, la culpa, la autoestima y el apego, las habilidades sociales, de comunicación y resolución de conflictos o las habilidades parentales.

Todo ello con el fin de que las participantes pudieran compartir sus experiencias, sus dudas, sus temores y la angustia que les genera ser coprotagonistas de la problemática del abuso.

"Una familia en la que ha ocurrido un abuso sexual infantil es una familia vulnerada que requiere un largo proceso de fortalecimiento y recuperación para restablecer los lazos de amor y confianza y para recuperar sus funciones", apuntó Gómez-Barreda, quien remarcó que "la figura parental no abusadora tiene que aprender a gestionar su dolor por el daño sufrido por el abuso de alguien tan querido y con tanta responsabilidad de proteger como es un hijo".

El grupo se reunió por primera vez el 16 de octubre y semanalmente se han ido celebrando las sesiones de dos horas de duración en las que se trató, en un primer lugar, todo lo relacionado con el abuso sexual y lo que ello genera, los sentimientos de culpa, las distorsiones cognitivas, la bajada de autoestima, etc., para después abordar el problema a nivel más psicoeducativo, en donde se trabajaron aspectos como el apego, las habilidades sociales o la resolución de conflictos.

Las cinco mujeres participantes, de edades comprendidas entre los 27 y los 45 años, han tenido la posibilidad de entrar en contacto con otras madres, lo que les ha permitido enfrentar su problema desde otra perspectiva, mientras que sus hijas, víctimas de abuso sexual, han vivido con mucho interés y aprobación la idea de que sus madres formen parte de un proyecto de estas características, ya que en ocasiones necesitan hablar de lo que les ha pasado pero no encuentran ni ellas ni sus madres herramientas adecuadas, lo que genera una gran frustración y sufrimiento.