SANTANDER, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Santander ha encargado a la empresa concesionaria del servicio de aguas que realice una campaña extraordinaria de inspección de la conducción que va del tanque de tormentas de Las Llamas al emisario del Chiqui para revisar, en toda su longitud, el estado del fondo y, en caso de detectar algún sedimento que pudiese ser foco de olor, limpiarlo.
La concejala de Medio Ambiente, Carmen Ruiz, ha explicado que el Ayuntamiento ha decidido adoptar esta medida, que se suma al mantenimiento y revisión periódica del funcionamiento de las instalaciones, con el fin de evitar que la posible presencia de sedimentos, ocasionada por la escasez de lluvias, llegue a ocasionar de nuevo malos olores en la zona.
En nota de prensa, Ruiz ha recalcado que se están llevando a cabo, a lo largo de las últimas semanas, actuaciones y reuniones extraordinarias para detectar cualquier foco de mal olor, un trabajo adicional al correspondiente al mantenimiento periódico y rutinario de la red.
La concejala ha reiterado que las diversas inspecciones técnicas realizadas han descartado que los malos olores de los últimos días hayan sido consecuencia de un mal funcionamiento de la red de alcantarillado y saneamiento.
Por el contrario, ha destacado que la red "funciona correctamente, con todas las bombas operativas", aunque debido a la poca afluencia de caudal se evacua sin problemas el caudal entrante con una sola de las bombas.
No obstante, el Ayuntamiento pretende reforzar el trabajo que se ha realizado hasta ahora y eliminar, si es que existen, los posibles sedimentos acumulados que puedan ser causantes de mal olor.
La concejala ha insistido en que, para asegurar el control del perfecto funcionamiento del sistema, se llevan a cabo todos los días, incluidas las fiestas, inspecciones del funcionamiento de las bombas, limpieza del estado del abastecimiento, funcionamiento de la EDAR del Chiqui e inspección de la playa.
Además, existe un protocolo de comunicación de incidencias diseñado para detectar de manera inmediata cualquier incidencia y poder tomar las medidas correctoras con la mayor brevedad posible. También se ha realizado una inspección del emisario submarino con buzos, constatando que el estado de funcionamiento de las instalaciones es correcto, que no hay ninguna incidencia inusual y que no afecta al entorno de la playa.
