Cantabria reclama al Ministerio un mayor compromiso con el desarrollo rural ante la nueva PAC

Consejero de Desarrollo Rural de Cantabria y Ministro de Agricultura
Consejero de Desarrollo Rural de Cantabria y Ministro de Agricultura - GOBIERNO DE CANTABRIA
Publicado: jueves, 23 julio 2020 19:21

SANTANDER, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Desarrollo Rural de Cantabria, Guillermo Blanco, ha reclamado hoy al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) un mayor compromiso de apoyo en la cofinanciación de las actuaciones encaminadas a impulsar el desarrollo rural ante la nueva Política Agraria Común (PAC) para el periodo de programación 2021-2027, en el que ha recordado que los sectores agrícola y ganadero "recibirán menos fondos comunitarios".

Así lo ha expuesto durante su participación en Madrid en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural y la reunión extraordinaria sobre la PAC que ha presidido el ministro de Agricultura, Luis Planas, con la participación de los consejeros del ramo de todas las comunidades autónomas.

En su intervención, Blanco ha trasladado su preocupación y la del sector agrario ante el nuevo presupuesto de la PAC, que prevé un descenso en las ayudas destinadas a los agricultores y ganaderos aún por determinar.

"Nuestros agricultores y ganaderos siguen requiriendo el mismo apoyo a esa renta agraria que no mejora, por lo que debemos seguir trabajando para tratar de mantener esos apoyos desde el primer pilar, facilitando todas las herramientas que los reglamentos comunitarios nos permitan", ha indicado.

La petición de un mayor compromiso que reclama el consejero cántabro al Ministerio se basa en que las intervenciones en desarrollo rural, en su opinión, "fundamentales para el sector", van a contar con menos tasas de cofinanciación durante los próximos años, tal y como aparece recogido en el proyecto de reglamentación comunitaria que regulará los futuros planes estratégicos de la PAC.

Blanco ha considerado preciso definir "claramente" el destino de los fondos comunitarios para asegurar su eficiencia y ha defendido que la postura de Cantabria "siempre ha sido la misma" desde el comienzo de las negociaciones del nuevo periodo de programación de la PAC.

Así, ha destacado que Cantabria, como región de "clara vocación ganadera y estructura minifundista", quiere proteger el modelo de explotación agraria familiar y defender la preferencia que la nueva PAC debe otorgar al sector profesional por su dependencia y mayor exposición a los riesgos.

RELEVO GENERACIONAL Y AGRICULTOR GENUINO

También se ha mostrado partidario de facilitar el relevo generacional en un contexto de reducción general del presupuesto de la PAC mediante la exclusión de las ayudas a los beneficiarios actuales que pertenezcan a las clases pasivas.

En este sentido, ha defendido la figura del agricultor genuino y la necesidad de que los sistemas de ayudas del primer pilar se centren en los agricultores profesionales, como todas aquellas personas cuya renta proceda de la actividad agraria "dentro de la horquilla lo máximo posible y desde luego por encima del 20% hasta ahora exigido". "Para nosotros lo deseable sería un 50%, porcentaje suficiente para integrar a aquellos productores con más de una actividad", ha remarcado.

Ha rechazado la necesidad de mantener el régimen de pequeños agricultores para poder orientar los esfuerzos hacia el sector profesional. "La PAC no puede ser un complemento para las pensiones", ha señalado Blanco.

En su opinión, "la exclusión de muchos pequeños agricultores que no se dedican profesionalmente a la agricultura podría contribuir a la dinamización del sector y el acceso de los jóvenes y nuevos profesionales".

Un objetivo que se puede lograr, ha dicho, mediante la supresión del actual sistema de derechos individuales históricos, "que perjudica a los jóvenes que quieren incorporarse a la actividad agraria, es contrario al necesario dinamismo del sector y no contribuye al modelo de PAC equitativa y justa que defendemos para poder superar los desequilibrios entre territorios".

En caso de mantenerse un modelo de regionalización, ha considerado que "debe ser lo más simplificado posible, con arreglo a criterios técnicos y no presupuestarios", tales como las condiciones climáticas y productivas homogéneas y factores socioeconómicos con una convergencia máxima dentro de cada región.

DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES

En cuanto a la superación de los desequilibrios entre territorios, el consejero ha apostado por fijar una ratio máxima entre la región de importes más bajos y más altos.

Ha planteado límites de los pagos redistributivos y ha defendido el establecimiento de unos máximos a las ayudas de mayor progresividad, "con mucha más modulación a la actual reducción progresiva de los pagos.

"No puede ser que se sigan manteniendo los mismos niveles de desigualdad entre beneficiarios, con el 80% de los fondos acabando en el 20% de las explotaciones", ha lamentado.

Así, ha propuesto que el pago redistributivo repercuta a las explotaciones familiares más pequeñas que ayudan a fijar población en el territorio, "pero siempre que se trate de agricultores profesionales".

Además, ha considerado que la distribución de ese pago no se acote al territorio que libere esos fondos, sino que repercuta en todo el sistema, además de una modulación de esos fondos que se base en factores como las dificultades orográficas, zonas despobladas o la Red Natura.

Blanco ha insistido en que la PAC debe primar al profesional genuino, estableciendo el límite de ayudas directas por productor en 60.000 euros y no en los 150.00 euros de ayudas directas actuales que "dejan mucho menos margen para que los pequeños productores tuvieran acceso a esas ayudas".

AMBICIÓN MEDIOAMBIENTAL

También ha expresado el apoyo de Cantabria a una "mayor ambición medioambiental" para la futura PAC y ha defendido la reciprocidad necesaria en los intercambios comerciales con otros países.

De igual forma, ha considerado necesario el apoyo a los agricultores que desarrollan su labor en regiones con especiales características orográficas y productivas de montaña como Cantabria con la revisión de algunas exigencias de condicionalidad reforzada para que tengan en cuenta esas singularidades.

En el caso de los ecoesquemas, y recogiendo objetivos que se plantean en la estrategia de la granja a la mesa, se ha mostrado partidario de incluir como ecoesquema a la producción ecológica.

Además, ha insistido en la necesidad de contemplar ecoesquemas adecuados a la producción ganadera de la cornisa cantábrica, que promuevan tratamientos especiales para las zonas de montaña, considerando su enorme valor medioambiental y destacando la importancia de los pastos comunales que en el caso de Cantabria representan el 50% de la superficie total declarada y que, a su vez, contienen un 50% de pasto "medioambientalmente sensible" ubicado en la Red Natura 2000.

Finalmente, ha defendido ecoesquemas que contemplen pagos por cabeza de ganado, permitan el acceso al sector productor de leche, tanto en cuanto a la valorización de residuos como de sistemas productivos respetuosos con el medio ambiente y el bienestar animal, además de una producción de mayor valor nutricional y kilómetro cero.