SANTANDER, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La escritora Clara Sánchez, ganadora del Premio Planeta 2013 con su obra 'El cielo ha vuelto', ha defendido que en España haya una política cultural y una "excepción cultural, como en Francia", por lo que se ha mostrado a favor de bajar el IVA que grava la cultura. "Se necesita una política cultural de verdad en este país. Hay que fomentar el interés por la cultura", ha afirmado.
Así se ha pronunciado en una rueda de prensa antes de participar en los 'Martes literarios', que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), como parte de sus actividades culturales.
De esta forma, Sánchez se ha quejado de que los precios de la cultura en ámbitos como el cine "son muy caros", y sobre si la bajada de los precios supondría un descenso de la piratería, ha lamentado que "en España nos gusta piratear". Además, ha comentado que actualmente la sociedad española "está en un momento muy importante en el que hemos perdido la inocencia y de que podemos transformar las cosas, pero no tenemos que ser perezosos".
Por todo ello, y relacionando siempre la actualidad con las vivencias de Patricia, la personaje principal de su novela 'El cielo ha vuelto', Clara Sánchez ha defendido la necesidad de que las personas "no deben dejarse manipular" porque "nos tratan de convencer de que hay gente que no debe ser juzgada y otra que sí".
NOVELA "ANTIRROMÁNTICA"
'El cielo ha vuelto' es una novela, según la ha definido su autora, "antirromántica" porque, ha añadido, "el amor romántico nos esclaviza" y para escribirla partió de la idea de Drácula clavando sus colmillos en la víctima "por el placer que siente esa persona al pensar que su sangre le está gustando al otro", en relación con la "presión de los sentimientos, de gustar a los demás, que no nos dejan vivir con libertad", según ha comentado.
En sentido, ha concretado esta presión en el hecho de que hace unos días se cayó una valla del Puente de las Artes en París debido al peso de los candados que las parejas de enamorados ponen en los puentes, con sus nombres grabados, como símbolo de amor, en referencia a las obras del autor italiano Federico Moccia.
"No concebí esta obra como feminista, sino para sentirme libre. Al contrario que Ana Karennina, que acaba suicidándose, Patricia intentará librarse de todas sus cargas emocionales, de las que todos somos prisioneros y víctimas", ha manifestado. Al mismo tiempo que ha mencionado que con esta obra ha querido "cuestionar el amor, la felicidad y el éxito, porque éste --el éxito-- está tan ligado al fracaso que esa visión me interesa muchísimo".
Sánchez, que dice que "las personas a las que más a amamos son las que más capacidad tienen de dañarnos", ha agregado que con esta novela quiere transmitir los problemas que suponen cuando las personas "parten de estereotipos que pueden amargarles la vida". "Eso hace que Patricia viva una relación tóxica. Quien se entrega para quedarse sin nada finalmente se queda sin nada que ofrecer", ha indicado.
Finalmente, Sánchez, ha asegurado que espera que en el acto literario de esta tarde el público le aporte "muchísimas ideas", ya que, ha añadido, "todo escritor intentar alcanzar una nube cuando escribe y siempre aparece alguien que te pone la nube en la punta de los dedos".
