Declaración de impacto ambiental para un sistema de iluminación del aeropuerto

Vista aérea del aeropuerto
UC - Archivo
Actualizado: viernes, 3 agosto 2018 9:54

SANTANDER, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental ha formula declaración de impacto ambiental positiva de un sistema de iluminación de aproximación de precisión de categoría I en la cabecera 29 del aeropuerto Seve Ballesteros-Santander con el fin de cumplir la legislación europea.

La alternativa seleccionada para el proyecto consiste en la instalación un nuevo sistema de aproximación de precisión de 300 metros en la cabecera 29 del aeropuerto, con un total de 28 luces, y ha supuesto la reducción de 600 metros respecto a la propuesta inicial.

El proyecto pretende dotar al aeropuerto de Santander de un sistema de iluminación que cumpla el reglamento europeo para la certificación de aeródromos, de carácter obligatorio, así como el Real Decreto de 2009 por el que se aprueban las normas técnicas de diseño y operación de aeródromos de uso público y se regula la certificación de los aeropuertos de competencia del Estado, y su posterior modificación por la Orden de 2011.

Las actuaciones proyectadas se ubican en el interior de la zona de servicio aeroportuaria del aeropuerto, abarcando terrenos pertenecientes al municipio de Camargo, en la localidad de Maliaño, a unos 5 kilómetros al sureste del centro urbano de Santander.

La alternativa inicialmente contemplada en el Plan Director consistía en la instalación de un sistema de iluminación de aproximación de categoría I en la cabecera 29, de 900 metros de longitud, que penetraba unos 745 metros en el canal de la ría de Astillero.

Al presentar este canal una elevada intensidad de tráfico marítimo, no era posible la instalación de un sistema de iluminación de aproximación de precisión de categoría I completo que ocupara 900 metros lineales y que afectaba, por tanto, a la totalidad del canal.

Por ello, AENA mantuvo reuniones con la Autoridad Portuaria y con la Capitanía Marítima que no presentó oposición a la instalación de un sistema de luces de aproximación, siempre y cuando no se invadiera el canal existente en la bahía de Santander.

Por tanto, la alternativa finalmente seleccionada para el proyecto consiste en la instalación un nuevo sistema de aproximación de precisión de 300 metros en la cabecera 29.

El sistema contará con un total de 28 luces, de las cuales las cuatro primeras estarán empotradas sobre el pavimento de la pista y el resto elevadas mediante soportes frangibles.

Las luces, desde la 5 a la 28, estarán elevadas en altura creciente desde el umbral de pista, y desde la 14 a la 28 se situarán sobre una estructura formada por siete pilas, de entre 23 y 32 metros de longitud, y un estribo de 21 metros de longitud.

Las nueve primeras están en el ámbito terrestre del aeropuerto y las otras 14 luces se adentrarán un total de 140 metros en aguas de la ría de Astillero.

Se instalarán dos barras transversales, a 150 y 300 metros, respectivamente, del umbral de pista. La primera estará compuesta por 9 luces (una de ellas coincidente con la línea central) ocupando una anchura total de 22,5 metros. La de 300 metros estará formada por un total de 11 luces (una de ellas coincidente con la línea central) ocupando una anchura total de 30 metros.

El promotor estima que las actuaciones supondrán un movimiento de tierras total de 149,04 metros cúbicos, necesario para la cimentación de la estructura que soportará las luces elevadas dentro de la ría de Astillero y la ejecución del banco de tubos. Asimismo, el proyecto requiere la demolición de un total de 12,53 toneladas de estructuras de hormigón en el recinto aeroportuario.

Además, puesto que el proyecto se desarrolla en parte en aguas de la bahía de Astillero, se construirá una pasarela para el correcto mantenimiento de la estructura que soporta las luces elevadas.

Los trabajos necesarios para la ejecución del proyecto se realizarán en horario nocturno, cuando el aeropuerto esté cerrado al tráfico, para no interferir en la operativa del mismo.

Según se indica en el Estudio de Impacto Ambiental, todas las actuaciones previstas se localizan en el interior de la Zona de Servicio aeroportuaria vigente.

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