Dos años de prisión a un militar por robar el móvil y el bolso a una chica a la que tiró al suelo

Actualizado: martes, 28 julio 2009 13:24

SANTANDER, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

La titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a dos años de prisión a un hombre, militar de profesión, que arrebató el móvil a una chica cuando ésta hablaba por el teléfono mientras caminaba por la calle y a la que en el forcejeo para arrebatarle también el bolso, tiró al suelo.

Según recoge la sentencia, los hechos por los que ha sido condenado J.P.F, ocurrieron sobre las 5:30 horas de la madrugada del 30 de diciembre de 2007, cuando el imputado se dirigió a una mujer que transitaba por la calle Fernando de los Ríos de Santander hablando por el teléfono móvil.

De un fuerte tirón, el acusado arrebató a la víctima el teléfono que portaba, propinándole asimismo un fuerte tirón del bolso y llegando a forcejear con la mujer para apoderarse del mismo, lo que motivó que la misma cayera al suelo, logrando de este modo el acusado apoderarse del bolso, para darse inmediatamente a la fuga con los efectos robados.

Pese a que la víctima resultó lesionada en un dedo a causa de la caída que sufrió por efecto del tirón, ésta renunció a cualquier tipo de indemnización, así como a ser reconocida por el médico forense.

La sentencia recoge que el acusado reconoció, tanto en su declaración ante la Policía como ante el juez instructor, que en la madrugada del día 30 de enero de 2007 se apoderó de un teléfono y un bolso de una chica, negando únicamente haber forcejeado con ella.

Posteriormente, en el juicio, negó su participación en los hechos y alegó que su anterior declaración la hizo coaccionado por la Policía y para lograr que le soltaran y poder asistir así a la boda de un primo suyo.

La juez destaca sin embargo que el acusado es una persona con formación, ya que es militar profesional, por lo que tuvo que conocer la gravedad de la imputación formulada contra él, pese a lo cual "no dudó en prestar por dos veces y asistido de letrado, una declaración incriminatoria".

Respecto al alegato del acusado de que la policía le coaccionó diciéndole que si confesaba su autoría le dejarían en libertad y así podría ir a la boda de un primo suyo, lo que le impulsó a mentir y reconocer falsamente su autoría, la juez señala que dicha afirmación carece de la mas mínima credibilidad, máxime --dice-- cuando del examen de las actuaciones se desprende que pese a dicha promesa de quedar en libertad, el imputado pasó a disposición judicial en calidad de detenido.

Destaca además que ante el juez, ya libre de la supuesta coacción, lejos de denunciar las presiones policiales volvió a reconocer su autoría en los hechos, y también resalta que en ningún momento denunció nominalmente a los policías que, según dijo, le coaccionaron, pese a tenerlos plenamente identificados.

La sentencia, contra la que cabe recurso, destaca finalmente la persistencia del testimonio de la víctima y su objetividad al haber renunciado además a todo tipo de indemnización, lo que para la juzgadora, acredita sin ningún género de dudas que el acusado se abalanzó sobre ella y le arrebató por la fuerza el teléfono móvil, llegando a forcejear para arrebatarla el bolso, empleando una fuerza de tal intensidad que provocó que cayera al suelo. Por ello le condena, como autor de un delito de robo con violencia, a dos años de prisión, y al pago de las costas.