Empresarios cántabros apuestan por la industria, calidad e innovación frente a la desaceleración y muestran optimismo

Actualizado: miércoles, 12 marzo 2008 13:59

El Santander estima que Cantabria crecerá este año un 2,4% ó 2,5% y subraya el peso de la industria en ese crecimiento

SANTANDER, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Empresarios cántabros de diferentes sectores abogaron hoy por el liderazgo de la industria, junto con una apuesta por la calidad, la I+D+i y la recuperación de la confianza entre los consumidores como elementos esenciales para afrontar la "desaceleración" que se está sintiendo en la economía regional. La mayor parte de ellos coincidieron además en lanzar mensajes de optimismo, porque confían en que la desaceleración sea breve y porque Cantabria parte de una situación "de ventaja".

Así lo pusieron de manifiesto en la rueda de prensa en la que se presentó la trigésimo quinta edición de la jornada 'Cómo ven nuestros hombres y mujeres de empresa la economía de Cantabria para el año 2008', en la que participaron representantes del banco Santander, Kibuc Granmobel, Grupo Tirso, Remax Bahía de Santander, Acorde y la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria.

También refrendaron sus planteamientos los representantes de las entidades organizadoras del encuentro, la Cámara de Comercio y el Centro Montañés de Investigación y Desarrollo Empresarial (Cemide).

Así, el presidente de la Cámara, Modesto Piñeiro, confió en que el "esfuerzo, dinamismo e innovación" de los empresarios cántabros, unido al empuje de las autoridades políticas, contribuyan a que la "desaceleración" sea "mínima" y pase "lo más rápidamente posible". En la misma línea, el presidente de Cemide, Enrique Campos, subrayó que "no hay que tener miedo al futuro", pero incidió en la importancia de que los empresarios dispongan para ello de un "entorno favorable".

Por su parte, el subdirector general y director territorial en Cantabria del banco Santander, Carlos Hazas, destacó que la región, y España en general, parten de una situación "de ventaja" para afrontar la "desaceleración" en la que ya están inmersas. En su opinión, en un mundo globalizado Cantabria no va a poder "aislarse" de esa situación, pero después de los últimos años de crecimiento sostenido, aunque la desaceleración "se va a producir", será una desaceleración en un contexto de crecimiento.

En el caso del sector financiero, se observa una desaceleración de la demanda de crédito, pero matizó que todavía no es "ni mucho menos preocupante" y, en lo relativo al índice de morosidad del banco Santander en Cantabria se sitúa en una cifra "récord" del 0,21%.

Respecto al conjunto de la economía, las previsiones del Santander para 2008 apuntan "cierta moderación" de la inflación a finales de año y un crecimiento de la economía española del 2,4 por ciento y de entre el 2,4% y 2,5% en Cantabria, sobre todo porque el sector industrial va a "tirar" en la región más que en el conjunto del país.

"EL MOMENTO DE LA INDUSTRIA".

En este sentido, el director general del Grupo Tirso, Javier González Portilla, como representante del sector industrial, fue contundente al afirmar que "es el momento de la industria" y de que "tome el relevo" a la construcción para "continuar avanzando en la senda de recuperación" experimentada por Cantabria en los últimos años.

Además, cree que teniendo en cuenta que Cantabria ha crecido en los últimos años por encima de la media, y se está culminando la solución a los problemas de "aislamiento" de la región, entre otras cosas con la Autovía de la Meseta, unido al "apoyo decidido" del Gobierno, se puede mantener un crecimiento "al menos en la misma magnitud que hasta la fecha".

Por ello, el Grupo Tirso afronta "con tranquilidad, confianza y relativo optimismo" la nueva situación económica, aunque también recalca que hay que reforzar algunos elementos para seguir avanzando: como el desarrollo de suelo industrial, la potenciación de un desarrollo energético sostenible y el impulso de las energías renovables.

La contrapartida al sector industrial la marca el inmobiliario, que es el que ha visto cómo se ha "venido abajo prácticamente en un cuarto de hora" la bonanza de los últimos años y el "gran desfase" de oferta y demanda que hasta ahora hacía que se vendiera todo, según explicó Francisco Reda, broker de Remax Bahía de Santander.

En su opinión, lo que se debe intentar en adelante es estabilizar la oferta y conseguir un equilibrio con la demanda, y al mismo tiempo intentar reactivar ambos elementos. No obstante, admitió que reactivar la oferta es un objetivo más a largo plazo y el más inmediato es el de activar la demanda. Para ello, abogó por políticas y medidas que conduzcan a un "cambio total y absoluto en los índices de confianza del consumidor" que, a su juicio, es "el gran déficit" en España.

Según dijo, en el sector inmobiliario hay tres tipos de clientes: el que compra buscando obtener plusvalías, que es el que "se ha venido abajo absolutamente" y sólo se podrá reactivar a largo plazo; el que busca un negocio (por ejemplo a través del arrendamiento), un campo en el que todavía se puede actuar; y el que compra para residir en la vivienda y es ahí donde, a su juicio, se puede actuar con medidas económicas y fiscales para reactivar la situación.

COMERCIO Y TURISMO.

Al contrario de lo sucedido con la construcción y el sector inmobiliario, que ya sienten los efectos de la desaceleración, en el comercio ligado al equipamiento del hogar todavía no se notan esas incidencias.

Esto es así porque, tal como explicó Marisa de Benito, gerente de Kibuc Granmobel, los pisos vendidos bajo plano hace un par de años se entregan ahora y, en consecuencia, se amueblan ahora. Por tanto, la suya cree que será una "crisis retardada" y, en todo caso, confía en que sea "transitoria y a corto plazo".

Reconoció eso sí que el sector comercio en general es uno de los que acusan más "rápidamente" los avatares e incertidumbres de la economía, algo parecido a lo que ocurre con el turismo que, en opinión del presidente de la Asociación de Hostelería, Emérito Astuy, es el "termómetro" de la economía, porque se "anticipa" a las crisis y siente sus efectos antes que los demás sectores y, después, tarda más en recuperarse.

Según dijo, el ocio y el turismo es el primer gasto que se recorta en situaciones de crisis y eso lo vienen sintiendo los hosteleros cántabros desde la primavera de 2007. Destacó que se ha pasado de años de "bonanza" a iniciarse una desaceleración el pasado año. Y el 2008 tampoco "se presenta bueno para el sector" de forma que, si el 2007 se alcanzó un "aprobado alto", este año "costará llegar al cinco raspado".

De todas maneras, Astuy apostó por aprovechar la desaceleración para reforzar el sector algo que, a su juicio, pasa por apostar por la calidad y la desestacionalización. El objetivo es conseguir unas empresas "sólidas" para el futuro que no se sustenten sólo en el modelo de sol y playa, un modelo que es "demasiado agresivo con el medio ambiente" y tiene futuro "a medio plazo" pero no a largo plazo.

NUEVAS TECNOLOGÍAS.

Y mientras el sector turístico debe apostar por la calidad, en el de las nuevas tecnologías la clave es la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), y la unión de las pequeñas empresas en grupos "más potentes" para ser más competitivas. Así lo dijo José Luis García García, presidente y director general de Acorde, quien opinó que las empresas cántabras de este sector se enfrentan a una competencia "brutal" y deben empezar a salir al exterior porque sino "se las comerán" sus competidores.

Ahora bien, en esos mercados exteriores es "cada vez más difícil competir" y, por ello, cree que sin una apuesta "casi radical" por el I+D+i, sin un "fuerte apoyo" del Gobierno regional y sin concurrir a convocatorias nacionales e internacionales, las pequeñas empresas "serán echadas" del mercado. Según dijo, aunque en 2008 se seguirá creciendo, "a medio plazo" existen esos riesgos.