SANTANDER, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Alumnos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de varios centros santanderinos están aprendiendo a identificar los riesgos asociados al consumo de alcohol y trabajando habilidades sociales para prevenir su consumo gracias a uno de los programas de promoción de la salud entre niños y jóvenes que organiza el Ayuntamiento junto a distintas organizaciones profesionales.
Se trata del programa de sensibilización y prevención 'Menores, ni una gota', que regresa otro año a las aulas de la mano de profesionales del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria y en el que se han inscrito ya este curso 665 alumnos de nueve centros educativos.
El concejal de Deportes y Salud, Juan Domínguez, y la presidenta del Colegio de Farmacéuticos, Rita de la Plaza, han visitado uno de los centros en los que se desarrolla el programa.
Así, Domínguez y De la Plaza han saludado a los alumnos de 3 de ESO del colegio Ángeles Custodios y les han transmitido la importancia de ser conscientes de los riesgos asociados al alcohol y a su consumo en edades tempranas para evitarlo y reducirlo.
En este sentido, el concejal ha llamado la atención sobre la necesidad de anticiparse al problema y empezar a trabajar con los menores desde la primera adolescencia para retrasar el inicio en el consumo de alcohol y para fomentar conductas responsables y saludables.
Según ha explicado la presidenta del colegio de Farmacéuticos, las encuestas muestran que los programas pedagógicos de prevención del consumo de alcohol en menores son efectivos para cambiar hábitos en los adolescentes y su efectividad es mayor cuando se realizan antes de que los niños se inicien en esa práctica o cuando el consumo de bebidas alcohólicas en aún reducido.
Los propios adolescentes reconocen en las encuestas que conocer las consecuencias del abuso de alcohol tiene un efecto positivo en su actitud hacia él.
A través de este programa desarrollado por el Colegio de Farmacéuticos y el Ayuntamiento de Santander se pretende trabajar en esa línea y avanzar principalmente en tres objetivos: retrasar la edad de inicio en el consumo de alcohol entre los adolescentes; reducir el número de adolescentes que toman bebidas alcohólicas; y reducir la cantidad de alcohol ingerida.
Las actividades se dirigen, preferentemente, a alumnos de primer y segundo curso de ESO y de primero de Bachillerato (entre 12 y 18 años). Se plantean en cursos alternos para mejorar la eficacia del programa y para que se implante de manera estable en los centros, de tal manera que los mismos alumnos participen en las actividades cuando pasan por esos tres niveles educativos.
Las sesiones combinan partes teóricas y prácticas y se complementan con material de apoyo, con una guía para el alumnado y otra para los profesores.
A través de estas actividades los alumnos conocen los problemas asociados al consumo prematuro de alcohol y trabajan diferentes habilidades sociales para prevenirlo.
Y para completar este trabajo, también se ha impartido una charla dirigida a padres dentro del ciclo de conferencias de 'Educación Familiar en Salud', que se celebra en jueves alternos y aborda temáticas de interés para las familias y educadores.
Además del colegio Ángeles Custodios, otros centros que participan este año en el programa son los institutos Alisal y José María de Pereda, el Centro Puente I, los colegios Verdemar, Jardín de África, Castroverde y María Reina Inmaculada, y el Centro Social Bellavista.
