Fallece en Santander Joaquín Vaquero Turcios, el académico de Bellas Artes "enamorado" de las pinturas prehistóricas

Actualizado: miércoles, 17 marzo 2010 20:44

SANTANDER, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El pintor Joaquín Vaquero Turcios, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, falleció ayer a los 77 años en Santander (Cantabria), comunidad de la que es su mujer, la poeta Mercedes Ibáñez, y que visitaba con frecuencia, al ser un "enamorado" de las pinturas prehistóricas y un experto en las cuevas de Puente Viesgo.

De hecho, era un habitual del Ciclo de Conferencias que organiza cada verano la Sociedad Prehistórica de Cantabria, y tenía una casa cerca de ellas, en la zona de Penilla de Toranzo, según recordó a Europa Press la galerista y amiga de la familia, Carmen Carrión, para quien la muerte de Vaquero Turcios es una "pérdida importante para el mundo del arte", y que destacó de él que era "cultísimo".

Su fallecimiento se ha producido en Cantabria de modo casual, se encontraba aquí de visita y tuvo que ser sometido a un tratamiento, primero domiciliario y luego en el Hospital Universitario 'Marqués de Valdecilla'. De momento no ha trascendido ningún dato sobre el funeral o su incineración, ya que la familia ha optado por la discrección y la intimidad.

Pero en realidad Joaquín Vaquero Turcios nació en Madrid en 1933, y estaba muy ligado a Asturias. La vinculación artística le viene de familia: su madre era sobrina del poeta Ruben Darío y su padre, el conocido pintor Joaquín Vaquero Palacios, también académico de Bellas Artes. De hecho, padre e hijo coincidieron en la academia durante un lapso de tiempo y colaboraron en algún proyecto artístico. Sus dos hijos también han iniciado trayectoria artística.

En Cantabria ha expuesto y donado obras al Museo Municipal de Bellas Artes de Santander y la Galería de Carmen Carrión, así como ayudado a la iglesia románica de Puente Viesgo. En su formación destaca su paso por Italia, que se plasmó también en sus obras artísticas.

Su padre, Vaquero Palacios, nació en Oviedo en 1902 y era pintor y arquitecto. Subdirector de la Academia de Bellas Artes de España en Roma, en la exposición nacional de 1930, compartió la primera medalla de Arquitectura con Luis Moya, por el proyecto para el faro de Colón, en Santo Domingo.