El galardón se le ha entregado esta tarde en reconocimiento a su "brillante trayectoria" como directora y por su aportación a las artes escénicas
SANTANDER, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
La dramaturga y directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Helena Pimenta, ha asegurado esta tarde al recibir en Santander el XI Premio La Barraca a las Artes Escénicas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que aunque "parece casi religioso, amo el teatro de una forma profunda, ritual, amorosa y con un gran respeto".
"Respeto a todas las personas que trabajan conmigo y, desde luego, me siento privilegiada por los encargos que he tenido en todo momento", ha afirmado, desde que fue profesora en un instituto de Rentería, en el País Vasco, durante la década de 1980, hasta su actual etapa como directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, para añadir también que "siempre" trata al público como "sabio", dándole "igual" si es joven o mayor.
Así lo ha dicho tras recibir el premio, que tal y como ha explicado el secretario general de la UIMP. Miguel Ángel Casermeiro, se le entrega en reconocimiento a su "brillante trayectoria" como directora teatral y por su aportación a las artes escénicas. El acto de entrega ha tenido lugar en el Hall Real del Palacio de la Magdalena.
Pimenta, que ha dirigido al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico obras como 'El alcalde de Zalamea' (2015), 'El perro del hortelano' (2016) y 'La dama duende' (2017), ha rememorado que en su época como directora de la Escuela de Teatro de Rentería (1987-1999) "quería luchar" contra lo que "no podía asimilar" porque era "inhumano", en referencia a la violencia de la banda terrorista ETA durante los "años del plomo".
En este sentido, se ha felicitado por que "por lo menos hicimos un espacio de libertad y esperanza", lo que ha continuado así "toda" su carrera, en la que ha recibido "mucho" y ha tenido el "privilegio" de que han valorado su trabajo y le han hecho sentir "que sirves, por lo menos, para alegrar la vida de vez en cuando".
Pimenta, que ha afirmado que ha llevado a cabo su trabajo "pasito a pasito" y sin "exhibición", se ha denominado a sí misma como una "intermediaria de afectos y de emociones". "Así me veo, un poco brujilla, quizás", ha bromeado.
Al tiempo tiempo, ha comentado --como en la rueda de prensa que ha tenido lugar esta mañana también en la UIMP--, que este premio "se va a notar" en la nueva temporada de la Compañía porque "todo lo que vivo, lo filtro, lo reelaboro". En esta temporada, por ejemplo, van a montar la obra 'El castigo sin venganza', de Lope de Vega.
Por ello, ha asegurado que "pondrá" en las obras lo que siente porque este premio es algo "especialísimo" al recibirlo en la "casa del saber" que es, para ella, la UIMP. "Irá conmigo como un impulso importantísimo siempre", ha exclamado Pimenta, que a lo largo de su carrera ha realizado montajes teatrales de obras de William Shakespeare, Ramón María del Valle Inclán, Samuel Beckett, Molière, Pedro Calderón de la Barca o Lope de Vega.
ÁLVARO TATO: HELENA PIMENTA ES "UNA SIN SOMBRERO DEL SIGLO XXI"
La 'Laudatio' ha corrido a cargo del poeta y dramaturgo Álvaro Tato, quien ha destacado que hablar de Helena Pimenta es hacerlo de teatro español contemporáneo, clásico y universal y, "por encima de todo", es hablar "de arte, de talento, de enseñanza y de humanidad".
De hecho, Tato cree que este premio es un "acto de justicia poética" porque hace alusión al teatro itinerante de Federico García Lorca y si "hay una sinsombrero del siglo XXI", alguien que "simboliza los valores de la edad de plata, alguien que se ha manchado las manos" y se ha puesto el mono de trabajo durante 40 años "es Helena Pimenta".
En esta línea, ha proclamado que Pimenta "representa no solo a la generación del 27 y los valores cercenados" de una generación que creyó en una España que "acabó no siendo", sino también "los valores femeninos", en esta referencia Las sinsombrero, nombre por el que se conoce a las mujeres y artistas españolas de la generación del 27.
Asimismo, Tato ha recordado cuando Pimenta le dio clase en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), cuando "desde el primer día que entró en clase 'La dama duende', para nosotros Helena fue el deslumbramiento y les puedo decir que nos trató con el mismo entusiasmo" y con el "mismo rigor" que los "grandes actores" con los que ella no ha trabajado.
"Nos trató igual a 14 veinteañeros que se morían de hambre, que se morían de ganas de contar historias", ha exclamado, "con el mono de trabajo, con el mono de Lorca, que se lo pone". En este punto, Tato ha considerado que "no hay más elogio" que "tratar con entusiasmo" a un veinteañero y decirle "que se puede, que tú tienes también tu voz". "Dárselo todo no, darle más", ha zanjado.
"FALTA LA MATERIA BÁSICA" DEL TEATRO CONTEMPORÁNEO ESPAÑOL
Al mismo tiempo, Tato, que es fundador de la compañía de teatro Ron Lalá, ha afirmado que él y los de su edad se sienten "herederos" de Pimenta porque "tenemos algo de hijos o de hermanos pequeños de los que nos han construido".
En su opinión, es "urgente llamar la atención" a la comunidad del saber para que haya bibliografía y estudios sobre los creadores escénicos contemporáneos porque "estamos ante una de las grandes generaciones creativas" que está colocando el arte escénico español "en primera fila mundial".
Por ello, ve "obligatorio y urgente" escribir libros sobre los creadores, directores, directores y actores porque al ir a una biblioteca "todavía falta la materia básica" de la historiografía del teatro contemporáneo español, en comparación, ha dicho, con la bibliografía existente del teatro francés.
Asimismo, se ha detenido a poner ejemplos en la obra dramatúrgica de Pimenta que demuestran, desde su punto de vista, que las tres "claves" de su creación que él ha visto "como fan", son la palabra, la empatía o compasión y la imaginación.
Y a continuación, antes de acabar la 'Laudatio' recitando el soneto 'Helenas' que ha escrito para la ocasión, Tato ha mencionado las tres etapas por las que ha pasado Pimenta, en referencia a la primera autodidacta, a una segunda profesional y a la tercera como directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Por su parte, el rector de la UIMP, Emilio Lora-Tamayo, ha asegurado que el premio "honra" a la Universidad, que queda "expectante" de ver las próximas obras que monte Pimenta y ha reivindicado que la UIMP tiene la misión "de difundir la cultura por encima de localismos" con el "afán de llegar a los últimos rincones" manteniendo "las puertas abiertas". "El concepto de itinerancia lo hemos superado a través del concepto de diseminación", ha afirmado.
