El historiador Ricardo García Cárcel niega que Cataluña vaya a ser un "eterno problema" para España

El historiador Ricardo García Carcel
UIMP
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 17:21

Lamenta que los lectores "han abandonado" a los historiadores por los novelistas

SANTANDER, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Ricardo García Cárcel alerta de que el proceso soberanista de Cataluña es actualmente, "sin duda alguna", el problema histórico "más grave" que tiene España, pero considera que "no hay que creer que existe un fatalismo conflictivo y que Cataluña será eternamente un problema para España porque ha habido momentos en que no lo ha sido".

Sin embargo, García Cárcel advierte de que la celebración de la consulta soberanista prevista por el president de la Generalitat, Artur Mas (CiU) para el próximo 9 de noviembre (9-N) y un resultado favorable a los intereses independentistas supondría "un gravísimo problema" para España, más aún si la consulta se celebra a pesar de que el Tribunal Constitucional (TC) pueda declarar inconstitucional la Ley catalana 4/2010 de consultas populares por vía de referéndum.

Pese a todo, no ha querido pronunciarse sobre lo que puede acontecer en el futuro entre Cataluña y el resto de España porque ha reconocido que "los historiadores somos malos profetas, diagnosticamos más o menos bien respecto al pasado, pero a la hora de prever lo que va a ocurrir hemos metido muchas veces la pata, sinceramente".

"Personalmente, quiero ser optimista por encima de todo, aunque sea el optimismo de la voluntad frente al pesimismo de la inteligencia, y quiero creer que se llegarán a fórmulas políticas y económicas que harán posible el entendimiento", evitando de esta forma la celebración de la consulta soberanista del 9-N, remarca.

De esta forma se ha expresado García Cárcel en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su presencia en el XIV Aula 'Ortega y Gasset' de iniciación a la universidad para un centenar de alumnos con los expedientes más brillantes de Bachillerato y Formación Profesional de toda España que tiene lugar esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

LOS HISTORIADORES "NO SOMOS MONAGUILLOS DE LOS PODERES POLÍTICOS"

En esta charla a los estudiantes más brillantes de España que este otoño van a empezar sus estudios universitarios, García Cárcel ha afirmado que la Historia tiene actualmente varios problemas, uno de ellos, en relación con el proceso soberanista catalán, la "manipulación política".

"Los historiadores estamos demasiado sensibles a las presiones y a la incidencia de los poderes políticos que, naturalmente, barren para casa, y se ha construido una memoria del pasado 'ad hoc', estrictamente adecuada a esos poderes políticos. Eso se está viendo, claramente, en el nacionalismo catalán", ha precisado.

A este respecto, denuncia que la Generalitat de Catalunya "ha mitificado y le ha dado unas interpretaciones totalmente sesgadas y carentes de verdad al mítico año 1714". Por este motivo, aboga por que el historiador "tiene que dar un paso al frente y asumir que no somos monaguillos de los poderes políticos".

"Debemos tener una independencia de criterio y un nivel de exigencia moral como para no dejarnos tentar por las indiscutibles tentaciones que nos ofrecen los poderes políticos", ha manifestado.

García Cárcel defiende, por lo tanto, que el historiador "debe ser honesto y fiel" a los documentos históricos, según los cuales en 1714, durante el sitio de Barcelona y la represión posterior de Felipe V, "la Guerra de Sucesión no fue en ningún momento un enfrentamiento de Cataluña contra España, sino entre partidarios del archiduque Carlos de Austria y los borbónicos partidarios de Felipe V".

Por ello, se muestra rotundo al afirmar que el deber del historiador es "exponer la realidad le guste o no le guste a quien manda", en alusión a Artur Mas.

LA HISTORIA "HA PERDIDO SU CRÉDITO"

En cuanto al papel de la Historia en la España actual, García Cárcel lamenta que atraviesa "tiempos difíciles" en los que los lectores "han abandonado a los historiadores y prefieren mil veces cómo le cuenta la Guerra de Flandes tal o cual novelista antes que un historiador".

Así, afirma que la Universidad "está hecha un lío" sobre el papel de la Historia y que ésta "ha perdido" la capacidad de incidencia social que tuvo en la década de 1970, época en la que era "un instrumento casi de cambio, un arma de militancia contra el franquismo". "Pero ha perdido su crédito y hoy en día los novelistas nos han ganado la batalla a los historiadores", añade.

Las razones de esta pérdida de importancia social de la Historia son, según este catedrático e historiador --además de la mencionada "manipulación política"--, que se ha hecho una Historia "demasiado pendiente del gremio, demasiado pendiente del mundo académico". "Hemos despreciado el mercado lector, la palabra divulgación ha tenido mala prensa y lo primero que hay que hacer es asumir que es una palabra muy digna y respetable", afirma.

Por ello, para que la Historia recupere su papel en la sociedad, reivindica que "lo primero que hay que hacer es escribir bien, escribir para el mercado, ser conscientes de que lo que primero que el lector exige es una buena escritura, no pedante, ni un lenguaje erudito que sólo interesa a unos pocos".

Y, en segundo término, considera que esta rama del saber "ha caído en una especie de relativismo del todo vale, de que todo es interpretable y subjetivo", por lo que defiende una Historia "crítica, bien escrita y al mismo tiempo objetivable".