Multa de 2.880 euros para una pareja que injurió al entrenador del equipo de su hija

Actualizado: martes, 1 mayo 2012 18:08

SANTANDER, 1 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Cantabria ha condenado a una pareja a una multa de 2.880 euros (1.440 euros cada uno) por injuriar al entrenador del equipo de balomnano en el que jugaba la hija de la mujer, al que acusaron de insultar y faltar el respeto a las niñas.

De este modo, la Sección Tercera de la Audiencia, en una sentencia difundida este martes y recogida por Europa Press, desestima el recurso presentado por los acusados y ratifica el fallo del Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que también contemplaba una indemnización de 1.000 euros para la víctima, por los daños morales causados.

Según la sentencia, los hechos ocurrieron en febrero de 2009, cuando la madre de la niña presentó un escrito en el Ayuntamiento de Laredo en el que expresaba que el entrenador del equipo "promueve e incita a las jugadoras a mantener en el campo de juego una conducta de constante provocación y crispación del rival buscando en todo momento el conflicto entre equipos".

También señalaba que algunas jugadoras habían llegado a manifestar que el entrenador había "sustraído material deportivo" de las instalaciones a las que acudía como visitante. La mujer, además de presentar el escrito en el Ayuntamiento, lo divulgó a través del correo electrónico a todas las menores del equipo, para que se lo trasladaran a sus padres.

Días después, el hombre acusado intervino en un programa de radio previo a un encuentro entre los equipos de Laredo y Los Corrales, donde manifestó que el entrenador "insulta a las niñas, las falta al respeto, las ofrece dos tortas, hurta material de otros campos, manipula, amenaza y distorsiona la realidad a su favor".

A finales de ese mes, la pareja pegó más de 40 carteles por los principales puntos de Laredo en los que se desprestigiaba al entrenador, desde el punto de vista personal y profesional, que ha sufrido una afección de carácter personal.

Los acusados recurrieron el fallo del Juzgado de lo Penal al entender que no existían pruebas contra ellos colocando los carteles, argumento que ha rechazo la Audiencia al considerar que hay una prueba "directa" sobre la autoría de lo ocurrido.