Jiménez Zamora dice que, en estos tiempos, hay que "hacer especiales esfuerzos y sacrificios" pero sin "olvidar a los más frágiles"
SANTANDER, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, urge "a no caer en la fatalidad y en el lamento" como consecuencia de los efectos de la crisis económica y destaca que es ya el momento de "pasar de la compasión a la acción".
Así lo manifiesta en la Carta pastoral 'Busquemos el bien de todos', que ha publicado con motivo del Día de la Caridad que la Iglesia ha celebrado coincidiendo con la solemnidad del Corpus Christi.
Jiménez Zamora señala que, aunque son "tiempos" en los que hay que "hacer especiales esfuerzos y sacrificios", no se puede, por ello, "olvidar de poner en el centro a las personas más frágiles".
Una sociedad que "no reconoce la dignidad y los derechos" de las personas "más vulnerables", es una sociedad que acaba "no reconociéndose a si misma", apostilla.
El obispo cántabro recuerda que la Iglesia no desea ofrecer soluciones "en claves políticas y económicas", pero sí puede ofrecer la "luz de la Palabra de Dios" y de la Doctrina Social de la Iglesia, y puede también, en estos momentos, "llamar a todos a la responsabilidad, a la solidaridad y a la esperanza".
Jiménez también hace hincapié en que, en estos momentos de "recesión económica", es necesario "no buscar el propio interés, sino el bien de todos".
LABOR DE CÁRITAS DIOCESANA
El obispo menciona la labor que desarrolla Cáritas Diocesana, que, a su juicio, "anima a toda la comunidad cristiana al compromiso solidario", a la vez que trabaja en "la promoción de las personas y de la justicia social", porque "la persona humana es el centro de la acción de Cáritas".
"Detrás de esa compleja organización -recuerda-, están los equipos humanos que hacen posible una labor diaria en favor de la dignidad de las personas excluidas y vulnerables, a los que hay que añadir los socios y donantes que expresan su deseo de caridad, justicia y solidaridad colaborando con Cáritas Diocesana", dice.
Cáritas Diocesana de Santander destinó el pasado año más de 2,5 millones de euros a través de los ocho programas sociales que lleva a cabo en Cantabria y valle de Mena.
Sólo en Atención Primaria, que es el programa que atiende a las personas y familias en situación de necesidad perentoria, destinó casi un millón de euros y atendió a 5.880 personas.
