Está acusado de dos delitos de homicidio imprudente y el juez le tomará declaración mañana
SANTANDER, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El joven que conducía bebido y que provocó el viernes por la noche un accidente en el que murieron dos de los pasajeros que viajaban con él en el vehículo permanece en prisión acusado de dos delitos de homicidio imprudente, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria.
El juez que instruye el caso ordenó ayer el ingreso en prisión del acusado, Adrián G.B., de 21 años y vecino de Santander, después de que la Guardia Civil procediera a su detención tras dar positivo en la prueba de alcoholemia. El detenido, que resultó herido leve en el accidente, deberá declarar mañana lunes ante el juez por estos hechos.
Los cuerpos de los fallecidos en el accidente, de 19 y 26 años, no fueron encontrados hasta la mañana del sábado ya que los dos supervivientes del mismo, el acusado y otro joven de Santander de 18 años, José Ángel G.B., que resultó herido grave, aseguraron en un primer momento que viajaban sólos en el turismo.
El accidente se produjo a las 22.30 horas del viernes, en el kilómetro 2,500 de la S-10, a la altura del término municipal de Camargo, cuando el vehículo en el que viajaban los cuatro jóvenes se salió de la vía, colisionando contra un muro de protección y cayendo en la zona de marisma que se encuentra junto a la autovía.
Los servicios de emergencias que se trasladaron al lugar localizaron a los dos heridos, que aseguraron "en reiteradas ocasiones" que eran los dos únicos ocupantes del vehículo. Sin embargo, el sábado operarios del servicio de carreteras encontraron los cadáveres de los otros dos jóvenes que, según la Guardia Civil, viajaban igualmente en el vehículo accidentado, y que salieron despedidos del coche al no llevar puestos el cinturón de seguridad.
Los dos fallecidos son José Luis M.Q., de 19 años de edad y vecino de Astillero, y Fernando A.C., de 26 años, vecino de Santander. Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, la principal causa del siniestro, unida al estado de embriaguez del conductor, fue el exceso de velocidad.
