Cerca de medio centenar de afectados protestan en el Casyc e intentan entregar un escrito a los miembros de la Asamblea
SANTANDER, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma de Afectados por las Participaciones Preferentes de Cantabria ha exigido a Caja Cantabria que reconozca el "daño" causado con la comercialización y venta de este producto y "pida perdón, pública y privadamente," a "todos" sus clientes afectados por esta "estafa". Así se lo han trasladado integrantes de esta agrupación a los miembros de la Asamblea General de la entidad, --que este sábado celebra su reunión anual en el Casyc para, entre otras cosas, aprobar el presupuesto de la Obra Social--, y a los que han intentado entregar un escrito.
Cerca de medio centenar de preferentistas han aprovechado la asamblea para concentrarse en el exterior del edificio en señal de protesta, y han pedido a los miembros de este órgano de Caja Cantabria que "reflexionen, recapaciten, reconozcan el daño causado y pidan perdón pública y privadamente a todos los clientes afectados por la estafa de las participaciones preferentes".
"Ya es hora de que desde Caja Cantabria se reconozca el daño que esta entidad ha causado a miles de familias de la región", señalan los afectados en un escrito que han tratado de trasladar a los integrantes de la Asamblea tras los "inútiles" intentos realizados, según aseguran, para conseguir este reconocimiento público por parte del Consejo de Administración de la Caja y de Liberbank.
En total, cerca de medio centenar de preferentistas de toda la región se han concentrado en el Casyc, donde además de corear las habituales consignas, han cantado canciones con letras alusivas a las Islas Caimán, el paraíso fiscal desde que se hizo "la primera emisión de preferentes" de la entidad, o rancheras mexicanas, a propósito del país de origen de los nuevos socios que han entrado en Liberbank, han explicado.
También han exhibido los carteles y pancartas habituales, en los que denuncian el problema y reclaman la devolución del dinero, y otros en los que podía leerse 'Si con 800 millones no pagas a tus preferentes, no mereces clientes'.
ESCRITO
En el escrito, los preferentistas solicitan a los miembros de la Asamblea de Caja Cantabria que manifiesten su "rechazo frontal a las prácticas que la entidad ha estado realizando durante todos estos años" y "sin olvidar -agregan- el mal trato al que nos han sometido en el intento legítimo de recuperar nuestros ahorros".
Se refieren así desde la Plataforma al hecho de que, a su juicio, Caja Cantabria sea la entidad "que más preferentes ha colocado en la región" y con "mayor" volumen de afectados, que haya sido -según dicen- la "última" en ofrecer una solución y que ésta sea, a su entender, "la peor de todas las ofertadas con diferencia". Esto último, apuntan, les ha "obligado" a acudir a la Justicia para recuperar el dinero, creando una "avalancha" de demandas que ha propiciado -recuerdan- la creación de un juzgado específico de preferentes.
Pero a pesar de que las sentencias les están dando la razón en un "99,9% de los casos" desde la dirección de Liberbank "las recurren por sistema y sin argumentos", se quejan los afectados. A ello se suma, según indican, la "campaña de acoso" que en los "últimos meses" han emprendido "directivos" del banco al denunciarles, dicen, por acciones "tan nimias como pegar en las oficinas carteles con celo en los que exigen "la devolución de nuestro dinero" o "por 'regalar' carbón por Reyes a los empleados que nos engañaron". Y aunque los jueces "no ven delito ni daño alguno en estos actos", apuntan los afectados, Liberbank "recurre también estas resoluciones judiciales".
"Se trata del mundo al revés, en el que los verdugos pretenden ir de víctimas e intentan que las víctimas aparezcamos como verdugos", resumen los afectados por las preferentes, que además de exigir a Caja Cantabria que reconozca el "daño" causado y que "pida perdón", solicitan a Liberbank que "reconduzca su postura y devuelva de forma inmediata hasta el último céntimo del dinero que en su día nos secuestró", concluye el escrito.
