Renovadas las instalaciones de alumbrado en 9 colegios que permitirán un ahorro del 25% del consumo

El alcalde, en la visita de la renovación de alumbrado en el colegio Dionisio Ga
EP/AYTO
Actualizado: miércoles, 25 agosto 2010 12:42

Los trabajos cuestan 265.000 euros y supondrán la sustitución de más de 5.000 unidades de fluorescentes y lámparas

SANTANDER, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Santander renovará las instalaciones de alumbrado de nueve colegios públicos de la ciudad, de manera que mejore su eficiencia energética y se consiga un ahorro en el consumo de energía por cada centro educativo del orden del 25 por ciento.

El alcalde, Íñigo de la Serna, y el concejal de Barrios y Servicios Generales, Santiago Recio, han comprobado el desarrollo de estos trabajos en uno de los centros en los que se están ejecutando, el colegio Dionisio García Barredo.

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 265.163 euros, permitirá la sustitución de más de 5.000 unidades entre fluorescentes y lámparas en un total de nueve colegios.

Con esta actuación se cumple la premisa básica de mantener los niveles actuales de servicio mejorando la eficiencia energética del conjunto de la instalación con el objetivo de producir un ahorro en el consumo de energía por cada colegio en torno al 25 por ciento, según ha informado el Consistorio en una nota.

La ejecución de este proyecto pretende la incorporación de la tecnología electrónica a los sistemas de iluminación de los que están dotadas las instalaciones y la "completa eliminación" de las lámparas de iluminación por incandescencia, que se sustituyen por lámparas compactas, capaces de transformar entre el 35 y el 50 por ciento de la energía eléctrica que reciben en lumínica, mientras que en las de iluminación por incandescencia su rendimiento lumínico se sitúa entre el 8,5 y el 14 por ciento.

Así, se genera de forma inmediata un incremento de la eficacia luminosa y, en consecuencia, una disminución del coste de consumo.

Además, se instalarán detectores de presencia en las zonas que sea posible, de manera que las luces se apaguen automáticamente cuando no haya nadie y se enciendan en función de la luminosidad de la sala, es decir, sólo si no hay suficiente luz natural y es necesaria la iluminación artificial.

Otras actuaciones que se están llevando a cabo es la instalación de reactancias electrónicas, cambiando las convencionales por electrónicas, lo que supone la reducción del consumo en más de un 30 por ciento y prolonga la vida útil del fluorescente hasta un 25 por ciento más.

Además, el encendido es inmediato y no produce ruido, y se incrementa la luminosidad del tubo de un 13 a un 15 por ciento más. Otras de las actuaciones que se están llevando a cabo son la compensación de la energía reactiva y el reequilibrio de fases.

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