El próximo reto será aumentar la respuesta de los ciudadanos, para elevar la participación al menos al 70%
SANTANDER, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sanidad completará el próximo mes de marzo la extensión del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Colon y Recto a todas las áreas de salud de la región, con lo cual, Cantabria se convertirá en la primera comunidad autónoma en extender este programa al cien por cien de la población incluida en el grupo de cribado.
Dirigido a todos los ciudadanos de entre 55 y 69 años, el programa se puso en marcha como experiencia piloto en 2009. Tras seis meses de experiencia en el área de Laredo se ha ido extendiendo a lo largo de este año al resto de zonas de salud de Cantabria y en el primer trimestre de 2011 llegará ya a la totalidad de las áreas.
En ese momento se iniciará una nueva fase en la que el reto será conseguir una mayor participación ciudadana. Actualmente algo más del 30 por ciento de los ciudadanos invitados a participar en el programa han respondido a esa llamada, y la idea es alcanzar tasas de al menos el 70 por ciento, según datos facilitados por el consejero, Luis Truan, en su comparecencia parlamentaria de esta semana para presentar los presupuestos de su departamento para 2011.
Hasta ahora, el programa ha permitido detectar un elevado número de cánceres y lesiones precancerosas, lo que hace prever que en los próximos años se podrá disminuir la incidencia de este tumor y, con ello, mejorar la salud y calidad de vida de los ciudadanos.
Según destaca la Consejería, el cáncer de colon y recto es el segundo cáncer en incidencia en la población general por detrás del de pulmón. En Cantabria se registran unos 300 casos anuales, de los cuales, fallecen algo más de la mitad.
Esa alta tasa de mortalidad (del 51,1 por ciento) se debe a que el diagnóstico se produce tarde y, por ello, con este programa de cribado se espera reducir las tasas de incidencia y la mortalidad gracias a la detección precoz.
PRUEBAS
El programa se sustenta en dos tipos de pruebas. La primera de ellas es el test de sangre oculta en heces y, en función de su resultado, algunos pacientes son remitidos para realizarse una colonoscopia en el centro de atención especializada.
Quienes reciben las cartas informativas animándoles a participar en el programa deben dirigirse a su centro de salud donde el personal de enfermería les entrega los recipientes para la toma de muestra de heces y les informa al respecto.
Cuando los resultados son negativos, el mismo personal de enfermería se lo comunica al ciudadano y, cuando son positivos, se encarga el médico, para determinar entonces si procede o no realizar colonoscopia.
