La Comunidad colabora en el Proyecto LIFE+ 'Acciones para la lucha contra el uso ilegal de veneno en el medio natural en España'
SANTANDER, 2 May. (EUROPA PRESS) -
En Cantabria únicamente cuatro animales han muerto por causa del veneno desde 2004. Se trata además de casos "muy puntuales" aunque todos ellos localizados en la zona de Liébana, y cuyas causas se desconocen.
Así lo explicó a Europa Press la directora general de Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, María Eugenia Calvo, a raíz de la colaboración de la Comunidad en el Proyecto LIFE+ 'Acciones para la lucha contra el uso ilegal de veneno en el medio natural en España', con vigencia hasta 2014 y que reúne a organizaciones conservacionistas y administraciones públicas en la lucha contra el veneno.
En este sentido, Calvo precisó que Cantabria está trabajando en esta materia desde 2004 y ya cuenta con protocolos de actuación y material para recoger muestras de forma "rigurosa", para lo que el personal ha recibido la correspondiente formación.
Sin embargo, el proyecto LIFE+ y la financiación adicional --1.672.020 euros para el periodo entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de marzo de 2014-- reforzará tanto la estrategia nacional como la actuación de las autonomías, que trabajarán de forma "más coordinada" y teniendo en cuenta las distintas problemáticas que afectan a cada una, indicó.
En este sentido, señaló que en Cantabria se han producido casos "muy puntuales" de animales envenenados pero las causas son desconocidas, "sin una procedencia clara" y tampoco se ha detenido a ningún autor.
Como ejemplo, apuntó que el año pasado hubo "algún incidente asociado con la reserva de caza" y se encontraron perros envenenados, "pero eso suelen ser rencillas entre cazadores". Los hechos se denunciaron al Ministerio Fiscal pero no se localizó a los responsables.
Calvo observó que hay gente que utiliza el veneno "con la misma intención de los incendios", y subrayó que aunque en Cantabria la casuística no es muy elevada, "eso no quiere decir que no estemos alerta y vigilantes para que no se produzca ningún caso y que tenemos que tener estrategias por si se producen". De ahí, dijo, la importancia de colaborar en el proyecto LIFE+.
PROYECTO LIFE+
El proyecto 'Acciones para la lucha contra el uso ilegal de veneno en el medio natural en España', que está cofinanciado por la Comisión Europea a través del Programa LIFE +, será coordinado por SEO/BirdLife y tiene como socios a la Fundación para la Conservación de los Buitres (VCF) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Cuenta con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, la Fundación Biodiversidad, el Cabildo de Fuerteventura, la Junta de Andalucía, el Gobierno de Cantabria y la Editorial América Ibérica.
La iniciativa tiene como objetivo principal reducir de forma significativa el uso ilegal del veneno en España para lo que se iniciarán "experiencias innovadoras", se elaborarán planes y protocolos de actuación en al menos siete comunidades autónomas, se realizará formación especializada contra el veneno a agentes forestales en cinco comunidades autónomas y dos cabildos insulares, entre otras acciones.
El Proyecto LIFE+ que la Comisión Europea ha decidido cofinanciar después de 1,5 años de tramitación, cuenta con un presupuesto total de 1.672.020 euros de los que la institución comunitaria aportará el 38,68 por ciento.
Por su parte, SEO/Birdlife aportará el 53 por ciento (61.381 euros); y como beneficiarios asociados, la Fundación para la Conservación de los Buitres destinará (31.000 euros), el 21,81 por ciento, y la Junta de Castilla-La Mancha, un total de 352.902 euros (24,74 por ciento).
Como cofinanciadores, la Fundación Biodiversidad destinará 300.000 euros; el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, 150.000 euros; el Cabildo de Fuerteventura, 50.000 euros; y el Gobierno de Cantabria y la Junta de Andalucía, aportarán 40.000 euros, respectivamente.
Como resultado de estas actuaciones se pretende mejorar la detección de casos, reducir la impunidad, identificar sustancias tóxicas que podrían afectar a la fauna, buscando alternativas, mejorar la venta de productos tóxicos y obtener mayor implicación de la sociedad sobre el problema.
