SANTANDER, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la imposición de una medida de internamiento en régimen cerrado por un periodo de tres años y medio a un menor marroquí, tutelado por el Gobierno de Cantabria, que en julio del año 2007 robó y violó a una mujer en una calle del centro de Santander.
La Audiencia Provincial ratifica así la pena que fijó a finales del pasado año el Juzgado de Menores de Santander, de acuerdo con la cual también tendrá que indemnizar con 6.000 euros a la víctima, una indemnización que deberá asumir solidariamente el Gobierno regional, ya que el menor estaba bajo su tutela cuando sucedieron los hechos.
Según se explica en la sentencia de la Audiencia, conocida hoy, los hechos ocurrieron la madrugada del 2 de julio del pasado año en la calle Cuesta del Hospital. El menor, que tiene 17 años, abordó a la mujer cuando ésta se dirigía a su domicilio, le arrancó de un fuerte tirón dos collares y una cadena de oro y le arrebató también el monedero.
Después, la tiró de espaldas sobre el capó de un vehículo, le bajó las bragas y la penetró analmente. Cuando la policía se personó en el lugar alertada por una llamada de teléfono de un vecino que oyó a la mujer pedir ayuda, el menor huyó, pero fue alcanzado y los agentes recuperaron los objetos robados.
El Juzgado de Menores le condenó como autor de un delito de violación y otro de robo con violencia en grado de tentativa, y ordenó su internamiento en régimen cerrado y el pago de la indemnización.
El menor recurrió ante la Audiencia para eludir la condena o, por lo menos, conseguir una rebaja de la indemnización. Cuestionaba entre otras cosas la credibilidad del testimonio de la víctima, que fue la prueba de cargo fundamental para su condena.
En respuesta a sus argumentaciones, la Sección Primera deja claro que la mujer ha sostenido desde el principio "una misma y única versión de los hechos sin contradicción alguna en sus elementos esenciales" y, además, parte de esos hechos se corroboran con las afirmaciones de los agentes de Policía, lo cual dota de credibilidad al testimonio de la mujer.
En la sentencia se rechaza además que la víctima padezca algún trastorno psíquico que le impida "un cabal conocimiento de la realidad o le haga fabular".
Por el contrario, recalca que la sinceridad y credibilidad del menor quedan "contradichas" por su propia conducta, ya que en su declaración ante el fiscal negó todos los hechos, mientras después en el juicio admitió el robo "e incluso" aseguró haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, aunque dijo que fueron "consentidas, a instancias de ella y mediante precio".
Finalmente, en cuanto a la revisión de la indemnización la Audiencia Provincial no sólo no atiende la petición, sino que además responde al acusado que se trata de una indemnización "incluso muy moderada y desde luego nada excesiva", teniendo en cuenta las secuelas psicológicas que sufrió la víctima.
