TOLEDO, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo; el director general de Fundetec, Alfonso Arbaiza, junto con la gerente de la Fundación Ínsula Barataria, Emma Cuenca, han ratificado esta semana una Carta de Intenciones para extender la formación de las Tecnologías de la Información entre la población interna de los centros penitenciarios, con el fin de ampliar sus conocimientos de cara a la reinserción en el mundo laboral.
El número total de internos que podrán beneficiarse de esta formación en Castilla-La Mancha es de más de 900, repartidos en los distintos centros penitenciarios de la región, según informó la Junta en nota de prensa.
El perfil del colectivo al que van dirigidas las acciones son internos con un bajo o nulo conocimiento en Informática que no estén participando en ninguna de las actividades formativas generales que se realizan en cada uno de los centros.
El plan de formación se divide en dos acciones: por un lado, se imparte un curso de cinco horas sobre Introducción a la Informática e Internet, suministrado por Fundetec e impartido por Zaladia; por otro, la formación continúa con unas tutorías de al menos dos horas semanales, durante un mínimo de tres meses, a cargo de la Fundación Ínsula Barataria que realiza un seguimiento del interno, con el objetivo de reforzar los conocimientos adquiridos por éste.
El trabajo realizado por la Fundación está financiado a través de los convenios suscritos con la Consejería de Industria y Sociedad de la Información a través de la Dirección General para la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones.
El programa comenzó en mayo de 2007 con los cursos. En los centros de Alcázar de San Juan y Albacete ya se han puesto en marcha las tutorías y van a empezar en este mes de julio en los centros de Cuenca y Herrera de La Mancha. Ya en el mes de septiembre darán comienzo las tutorías en Ocaña I y en noviembre en Ocaña II.
Tras la firma del acuerdo, Mercedes Gallizo subrayó la importancia de la formación de los internos como una herramienta fundamental encaminada a una mejor cualificación para conseguir empleo cuando vuelvan a la vida en libertad, ya que el trabajo es la "mejor garantía de reinserción".
