TOLEDO, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El próximo martes, 6 de mayo, se celebrará el Día Mundial del Asma, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en todo el planeta, y a unas 135.000 en Castilla-La Mancha, de las que 108.000 sufrirán también rinitis alérgica. Esta celebración será cuando se presente la última revisión de la Guía Aria, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que actualmente constituye el referente internacional para el tratamiento de la rinitis alérgica y el resto de enfermedades asociadas a este problema.
Uno de los aspectos más importantes puestos de manifiesto en esta revisión es el de la estrecha relación entre el asma y la rinitis alérgica y la necesidad de pensar y abordar ambos problemas respiratorios como si se tratara de una sola enfermedad, según se desprende del resultado de la Guía ARIA.
"No tendríamos que hablar de dos enfermedades, rinitis alérgica y asma, sino de una única enfermedad con manifestación en dos órganos diferentes, porque detrás de síntomas como el ahogo, la tos o la obstrucción nasal hay un concepto unificado que se llama inflamación, que se manifiesta tanto a nivel de la nariz como a nivel de pulmón", explicó el coordinador de la Unidad de Rinología del Servicio Otorrinolaringología del Hospital Clinic de Barcelona, Joaquín Mullol.
Por ello, hoy en día, y tal como se contempla ya en la Guía ARIA, la rinitis alérgica constituye un factor clave en el pronóstico del asma, especialmente si éste se mide en términos de calidad de vida.
En esta línea, el alergólogo del Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clinic, Antonio Valero, señaló que "las actualizaciones de la Guía ARIA afirman y consolidan que la rinitis afecta a la calidad de vida y genera muchos costes tanto directos como indirectos, disminuyendo el rendimiento escolar y laboral. Costes sociales y económicos que son mucho mayores cuando se asocian al asma".
Aunque, como explicó el médico de atención primaria en el Centro de Salud Francia, de Fuenlabrada (Madrid), Jesús Molina, la rinitis alérgica y el asma son enfermedades que, bien controladas, no deben limitar las actividades de la vida diaria de los pacientes.
"Pero no siempre ocurre así, y por ello, para evitar las posibles complicaciones y su repercusión en la calidad de vida de los pacientes, el manejo adecuado de las mismas, siguiendo las recomendaciones de las guías nacionales e internacionales, es imprescindible", añadió resaltando que la difusión de las mismas es fundamental, "especialmente en la atención primaria donde no es posible un conocimiento minucioso de todas las patologías".
Por todos estos datos, el doctor Molina aseguró que "acercar las guías a los médicos de atención primaria para controlar adecuadamente al paciente con asma es clave. Cuanto antes se diagnostique y trate correctamente el problema, mucho mejor será el pronóstico".
