SAN CLEMENTE (CUENCA), 14 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PSOE a la Junta, José María Barreda, se comprometió hoy a hacer "con todos" un plan medioambiental y "sobre todo agrícola" para la recuperación hídrica de los acuíferos sobreexplotados, porque existe un "problema" que tiene solución si se le hace frente y "nos ponemos manos a la obra".
Junto al candidato local, Juan Carlos Carrascosa, y ante unas 150 personas que estaban en la Plaza del Ayuntamiento, Barreda explicó que esta situación de "muchos años" se da porque salía "más agua de la que entraba" y así, pasa como en el banco, que se puede acabar "en números rojos". Por eso, abogó por equilibrar la balanza y mantener los valores medioambientales sin ir contra la renta de los agricultores.
En el acto, en el que estuvo el número uno a las Cortes por Albacete, Francisco Pardo, indicó que por ello, hay que conseguir la recuperación de los acuíferos porque "no podemos matar definitivamente a la gallina de los huevos de oro" y si se quiere seguir regando "mañana y pasado mañana" hay que saber "mantener, preservar y recuperarlos".
Apostó de este modo por aprovechar "al máximo" las aguas superficiales porque "tenemos problemas con las subterráneas" y eso, los agricultores lo saben "mejor que nadie" porque no puede ser a costa de su renta. Por eso, no hay que hacer la política "del avestruz", escondiendo la cabeza, porque de este modo "no solucionaremos el problema".
Así lo indicó Barreda después hacer referencia al trasvase Tajo-Segura, una obra "faraónica" que atraviesa buena parte de la provincia de Cuenca, incluyendo numerosos municipios que ven pasar agua por sus tejados "sin poder coger una gota".
Éstos, explicó, tenían que ser abastecidos en verano con cisternas, algo "inaceptable", y ahora, dijo a los vecinos, han comenzado las obras y se abastecerá a 30 municipios de la zona con agua del trasvase.
Por la mañana, también había resaltado la importancia de un Plan medioambiental en Mota del Cuervo (Cuenca), "un buen lugar" para recordar que los molinos de viento se introdujeron en Castilla-La Mancha a mediados del siglo XVI por "una gran sequía" que impidió el uso de molinos de agua. En este municipio, incidió en que "no hay fórmulas mágicas" y por tanto, hay que conseguir un equilibrio.
