Cañizares incide en la importancia de la familia a la hora de abordar la iniciación eucarística de los niños

Actualizado: martes, 17 octubre 2006 19:58

TOLEDO, 17 Oct. (EUROPA PRESS)

El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, incidió hoy en la importancia de la familia a la hora de abordar la iniciación eucarística de los niños. "Si soy lo que soy, es por lo que he visto en el seno de mi familia, donde a la vez que aprendí a decir papá y mamá, aprendí a decir Padre Nuestro y Santa María", afirmó.

El purpurado toledano, que señaló que la niñez no es una etapa transitoria e imperfecta de la vida del hombre, realizó estas afirmaciones durante la conferencia inaugural que pronunció, ante cerca de un centenar de personas que hasta el próximo jueves asisten en Toledo a las Jornadas Nacionales de Liturgia.

Bajo el título 'Preferencia de Jesús y de la Iglesia por los niños', Cañizares centró buena parte de su discurso en los significados de la infancia, y en lo imprescindible que resulta abordar la iniciación eucarística de los niños, algo que debe comenzar en el seno de la familia.

Según el también arzobispo de Toledo "ser niño es inseparable de la realidad de la familia, ya que cada recién nacido es un don creador de Dios", y aprender a ser hombre de verdad, es "aprender a vivir en la confianza, en la obediencia, y en la experiencia en la familia cristiana".

Cañizares, que dijo que ser niño va asociado a ser educado en familia, que surge del amor entre un hombre y una mujer, defendió que las familias, la Iglesia y las parroquias están llamadas a colaborar en la formación de los niños, "y a que aprendan a ser hombres".

"La familia --continuó-- es la comunidad cristiana más pequeña, que será escuela de amor, lugar de encuentro con Dios, espacio para educar en la unión de la fe y la vida".

En su opinión no basta con una buena teoría, sino que es necesaria la cercanía del amor, "porque ser niño es saberse amado, sabiendo que somos hijos de Dios". "Si soy lo que soy --subrayó-- es por lo que he visto en el seno de mi familia, donde a la vez que aprendí a decir papá y mamá, aprendí a decir padre nuestro y santa maría".

Otro de los elementos importantes para Cañizares a la hora de abordar la iniciación eucarística es la obra del testigo, "porque para todo iniciador el modelo insuperable es Jesucristo, que no hablaba de si mismo, sino de lo que había visto en el padre".

En su alocución, llena de referencias y citas de Juan Pablo II y del actual Papa Benedicto XVI, el primado toledano se refirió a la importancia que para la Iglesia y para Jesús, tienen los niños, como demuestra su frase "Dejad que los niños, se acerquen a mi". Por ello, continuó, el Evangelio esta impregnado de la verdad sobre el niño.

PARTICIPAR DE LA MEMORIA

Parafraseando al que fuese cardenal Joseph Ratzinger, Cañizares dijo que ser hombre implica hacerse niño, supone ser dependiente, necesitar aprender, insertarse en la historia, participar de la memoria, de la herencia colectiva.

Pero la verdadera iniciación cristiana, aseveró, "significa enseñar a decir padre, "clave de la existencia de la humanidad, y decir madre", esto es, la Virgen María, que según recordó se pliega enteramente a la voluntad de Dios.

Antes de que interviniese el cardenal arzobispo toledano lo hizo el obispo castrense, Francisco Pérez, que anunció la celebración en Roma de unas jornadas, entre el 23 y el 29 de octubre, a la que asistirán 65 obispos, para conmemorar el XX aniversario del Aniversario del Cuidado Espiritual de los Militares.

Pérez habló de la importancia de la labor que como delegados de la liturgia, hacemos para "favorecer y embellecer el amor de los amores que es Jesucristo".

El que finalmente no asistió a la inauguración de las jornadas, debido a la enfermedad de su padre, a pesar de ser el encargado de dar la bienvenida a los asistentes, fue el presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia y obispo de León, Julián López Martín.