El catedrático Jaime Alvar ofrecerá hoy una conferencia en Toledo bajo el título "Hispania. Historia de España"

Actualizado: jueves, 19 febrero 2009 6:49

TOLEDO, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Edad Antigua y el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas en la península Ibérica centrarán la ponencia del catedrático de Historia Antigua de la Universidad Carlos III de Madrid y director del Instituto de Historiografía "Julio Caro Baroja", Jaime Alvar Ezquerra, que tendrá lugar hoy.

La segunda conferencia del ciclo "Hispania. Historia de España", organizado por la Obra Social de Caja Castilla La Mancha (CCM), tendrá lugar hoy a las 20.00 horas, en el Auditorio de CCM en Toledo, y que cuenta con capacidad para 450 personas. La entrada es libre hasta completar aforo, informó CCM en nota de prensa.

La Edad Antigua se caracteriza por la sucesión de diferentes procesos que posibilitan el inicio de la vida urbana. De este modo, comienzan a aparecer ciudades muy superiores en tamaño y diferentes a las aldeas neolíticas, al igual que se hace más complejo el poder político (escenificado en grandes palacios y reyes), las religiones están más organizadas con templos y sacerdotes y se pone en marcha una compleja estratificación social.

Jaime Alvar es uno de los estudiosos más reconocidos en este campo. En este sentido, destacan sus estudios sobre la colonización fenicia y griega en el Mediterráneo, derivados de su tesis doctoral titulada "La navegación prerromana en la Península Ibérica: colonizadores e indígenas" y de "Fenicios y cartagineses en el Mediterráneo".

Asimismo, son reconocidas sus aportaciones sobre el mundo tartésico, ejemplificadas en "Los enigmas de Tartessos". Tartessos es el nombre por el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente. Heredera de la cultura megalítica del suroeste ibérico, que se desarrolló supuestamente en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica. Tuvo por eje el río Tartessos, que los romanos llamaron luego Baetis y los árabes Guadalquivir.

Sin embargo, varios autores tratan de situar el río Tartessos en las bocas del Odiel y el Tinto (ría de Huelva), en el Mar Menor, en las bocas del Guadiana o en el mismo Tajo. Los tartesios desarrollaron una lengua y escritura distinta a la de los pueblos vecinos y tuvieron influencias culturales de egipcios y fenicios.

Tartessos desaparece abruptamente de la historia. Posiblemente, según algunas opiniones, fue barrida por Cartago y las demás colonias fenicias. Hay quien considera, sin embargo, que el agotamiento de las vetas de minerales, fuente principal de su riqueza comercial, habría colapsado la economía tartésica y creado convulsiones sociales al perder las élites la fuente de su riqueza y poder, basado en el comercio exterior. Una vez desaparecidas las élites, habría desaparecido la unidad política y social de los núcleos tartésicos.

Otras teorías afirman que su desaparición pudo deberse a invasiones de los celtas e incluso se habla de que pudo haber un terremoto. Más recientemente se ha planteado que esta civilización pudo ser barrida del mapa por la sucesión de desastres naturales en la zona.