El Centro de Investigación Agraria de Albaladejito, en Cuenca, trabaja en la creación del Banco Mundial del Azafrán

Actualizado: jueves, 6 noviembre 2008 11:59

CUENCA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Investigación Agraria de Albaladejito, situado en la provincia de Cuenca, trabaja en el proyecto Crocusbank para la creación del Banco Mundial de Recursos Genéticos del Azafrán y Especies Afines en Castilla-La Mancha.

Así lo constató el delegado provincial de Agricultura y Desarrollo Rural, Darío Dolz, en su visita al centro, que con una treintena de profesionales, entre becarios de investigación, doctores, técnicos, personal de campo y administrativo, es el más grande de estas características en la comunidad autónoma.

El objetivo este proyecto Crocusbank es la creación, caracterización y utilización de la primera y única colección mundial de los recursos genéticos de las especies del género Crocus, incluido el azafrán (Crocus sativus).

Este proyecto, que se inició en 2006, tiene una financiación de 2'6 millones de euros procedentes de la Comisión Europea y se prolongará durante cuatro años. Además, cuenta con la participación de 14 socios académicos y empresariales de seis países de la Unión Europea y tres países de Oriente.

De esta forma, se pretende la salvaguarda de la biodiversidad del cultivo del azafrán que está sometido a una fuerte erosión genética como consecuencia de su abandono en amplias zonas de Europa, algunas españolas y del Próximo Oriente.

Esta iniciativa permitirá preservar "la variabilidad genética de este cultivo y evitar que desaparezca en Europa", explicó el delegado provincial de Agricultura y Desarrollo Rural.

Actualmente los trabajos se centran en la recogida del material vegetal de diversos países del mundo para su posterior conservación, así como el inicio de los estudios de caracterización molecular que permitirán identificar los individuos fuera de tipo, estimar la diversidad de varios grupos geográficos o cultivados o silvestres y clarificar finalmente la relación genética en estos grupos.

Todos los cultivos se enfrentan al problema de la pérdida de variabilidad genética y los genotipos que portan genes interesantes desaparecen si no se conservan, por lo que cualquier cultivo se basa en obtener o disponer de variación genética que permita seleccionar las variedades más adecuadas para cada clima, para cada terreno o para cada demanda del producto.

De esta forma, se consigue una política de mantenimiento y de sostenibilidad del cultivo mediante la creación de colecciones de recursos genéticos o bancos de germoplasma.

Durante su visita, Dolz destacó la importancia social que tiene el cultivo del azafrán, pues todos los procesos que van desde la recogida hasta la obtención del azafrán comercial son manuales. Además, se trata de explotaciones de reducido tamaño y con un marcado carácter familiar.

BANCO DE GERMOPLASMA VEGETAL

Del mismo modo, Dolz se interesó por el Banco de Germoplasma Vegetal de Cuenca, que participa en numerosos proyectos encaminados a la prospección, conservación, gestión y utilización de germoplasma de especies cultivadas de interés para el sector agrario castellano-manchego, especialmente leguminosas, ajo y plantas aromáticas y medicinales.

Todas estas actividades se están desarrollando en el marco del Programa de Conservación y Utilización de Recursos Fitogenéticos del INIA, en estrecha colaboración con otros bancos de germoplasma de la red nacional.