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TOLEDO, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Regional de la Competencia, en el curso de un trámite de información reservada ha detectado una presunta práctica anticompetitiva, recogida en una cláusula contenida en los contratos de una de las empresas del sector con los agricultores. La conducta detectada se produce en los mercados de las semillas de siembra de girasol y de transformación de las mismas, una vez cultivadas, en aceite de girasol.
La semilla de girasol destinada a su transformación en aceite para usos energéticos a la previa adquisición de la semilla de siembra. De esta manera se obliga al agricultor que quiera vender su producto cultivado a adquirir a la misma empresa la semilla para sembrarlo, informa la Comisión en nota de prensa.
A juicio del Servicio de Investigación de la Comisión podría existir una prestación vinculada, práctica prohibida por la Ley de Defensa de la Competencia, que se materializa a través de un contrato que impone a una de las partes la aceptación de una prestación suplementaria que no tiene conexión con la obligación principal.
Se trataría pues, de casos en los que el suministrador del producto (agricultor) se ve obligado a aceptar como condición indispensable para que se produzca la prestación principal (la recogida de la semilla cultivada o pipa de girasol) una prestación no necesaria (la previa adquisición de la semilla de siembra).
De este modo, según la Comisión, se priva a los agricultores de la posibilidad de obtener las semillas libremente en el mercado pudiendo producirse, asimismo, perjuicios para el resto de comercializadores de semilla de siembra de girasol.
La CRC considera que esta conducta se produce en más comunidades autónomas, ya que la empresa que las realiza recoge girasol en toda España, no solo en Castilla-La Mancha, por lo que ha remitido el asunto a la Comisión Nacional de la Competencia para que abra el correspondiente expediente.
